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Provinciales

Conmoción por un caso de bullying a una adolescente sanjuanina

Un gru­po de adolescentes publicaron fotos de la menor en estado in­consciente, luego de ser duramente maltratada estando en estado de ebriedad, vejada, salivada, orinada y rociada con alcohol.

POR REDACCIÓN

30 de junio de 2014

El caso habría sucedido en la madrugada del sábado mientras un grupo de jóvenes realizaban “la previa”. Los victimarios, serían miembros de un grupo de chicos llamado “Los Guairas”, popularmente conocidos en el ámbito adolescente por sus vínculos con agencias de viaje estudiantil, contactos en boliches y “liderazgo” en la “movida nocturna”.

El caso, publicado por Tiem­po de San Juan, conmocionó las redes sociales y comenzaron a circular las opiniones de quienes conocen a la víctima, cuya identidad no puede publicarse por tratarse de una menor. Según aseguran conocidos de la adolescente maltratada, alumna del colegio San Francisco de Asís, las vejaciones sobre ella eran permanentes, habiendo sido en reiteradas oportunidades blanco de burlas y violencia psicológica por parte de conocidos y compañeros del colegio.

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Si bien no hay denuncia radicada, Viviana, mamá de la menor víctima, dijo “se trata de un caso mucho más grave. No haremos declaraciones comentando detalles del hecho porque vamos a operar por las vías que corresponde”, haciendo alusión a intervención judicial. Es decir que confirmó el hecho, pero no aportó detalles que permitan conocer como se sucedieron los acontecimientos.

Lo que da cuenta de que se trata de un hecho de bullying son los mensajes que circularon en el grupo de WhatsApp de los jóvenes protagonistas del momento de las agresiones. Al grupo subieron las fotos de la menor luego de los daños y los comentarios de los miembros fueron: “No sabés la escupí por todos lados. Encima mansos mocos tengo. La llene”, “Estaba destrozada”, “Todavía no se viene lo mejor”, “Me da asco la foto, qué tene el pelo?”, frases como estás e interminables “jajajaja”, dan cuenta de que quienes propiciaron las agresiones claramente sabían que se les iba la mano con lo que comenzara como broma, del estilo de bromas al que la adolescente, lamentablemente acostumbraba, y terminara en un hecho que hoy pone sobre el tapete una vez más las dolencias por las que muchos menores deben atravesar sus días por la carencia de valores de sus pares. Y, sobre todo, el caso omiso que los organismos competentes hacen a una realidad cruda que cada día se hace más evidente.

Niegan información

Algunos jóvenes, al darse cuenta de la gravedad del he­cho, habrían llamado al 911. En la dependencia dijeron te­ner conocimiento del hecho y haberlo derivado a la comisaría Segunda. En ésta última también reconocieron haber intervenido, pero dijeron ha­berlo derivado a la Cuarta. En la Cuarta aseguraron no co­nocer el acontecimiento. Por lo que, aparentemente la Po­licía no habría intervenido en el lugar. Testigos dijeron ha­ber llamado a los padres de la menor para que la asistieran.

Viviana Meglioli, directora de Niñez, dijo que aún no se les solicitaba intervención y que aguardarán a que la justicia así lo solicite.

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Los casos de bullying en la provincia afloran en los últimos meses cada vez con ma­yor frecuencia. Cabe mencio­nar el caso de Florencia Me­rino, alumna del colegio Dante Alighieri que perdiera un pocentaje de la visión lue­go de que una compañera le arrojara un transportador.

Las escuelas sólo poseen un protocolo de actuación y una guía aportada por la Nación para operar ante casos de bullying, pero la mayoría de los adultos se siente incapacitado para prevenirlos o a­bordarlos.

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