Conocido bar de San Juan abre sus puertas para darle de comer a indigentes

Un plato de comida que calienta el corazón en estos fríos días de mayo es lo que reciben cada martes las personas sin hogar de la provincia. En sus caras, se nota la felicidad y se puede comprobar el dicho “panza llena, corazón contento”.

Todos los martes después del mediodía comienzan a llegar los comensales a Barcelona Bar. Decenas de ellos son recibidos con amor y un plato de comida caliente que les ayuda a enfrentar las bajas temperaturas del otoño sanjuanino. Es que todos tienen algo en común, no tienen un hogar para vivir y, generalmente, se asientan en la Terminal.

El propietario del bar, Ricardo Azcona, en un viaje que tuvo a Buenos Aires observó que en un restaurante les daban de comer a personas en situación de calle y decidió aportar su granito de arena para aquellos que se encontraban en el mismo modo pero vivían en San juan.

Azcona, en diálogo con DIARIO HUARPE, contó que “La iniciativa surgió el año pasado, en el mes de octubre vimos en Buenos Aires un bar que daba cenas solidarias y dijimos `¿cómo lo podemos implementar acá nosotros?´ Pensamos que mejor era el almuerzo para poder encontrar a toda la gente y llegar con un plato caliente a la mesa”.

Luego, habló con las personas que trabajaban en el lugar y se sumaron sin pensarlo a la iniciativa solidaria. “Armamos el proyecto en conjunto con la municipalidad de Capital y la Fundación El Otro porque nosotros hacemos la comida pero necesitamos que alguien traiga acá a la gente en situación de calle para poder almorzar. Ellos son los que se encargan de buscar a la gente en la Terminal, traerlas y nosotros les damos el servicio”, explicó el propietario del bar.

Todos se pusieron manos a la obra rápidamente y concretaron el proyecto que desde 4 meses aproximadamente les saca sonrisas a aquellas personas sin hogar de la provincia.

“Cuando analizamos el servicio que íbamos a brindar y la oportunidad de darle una persona que almuerza una colación, un sánguche, darle un plato de lentejas caliente ahora en invierno era muy productivo. Tenemos sobadora, tenemos las ollas, tenemos la infraestructura así que nos organizamos y dijimos ´bueno, lo hagamos´”, contó Azcona.

Muchos que escucharon del proyecto creían que la comida se preparaba con lo que sobraba de la semana pero no es así. “Lo que hacemos es prepararle un plato de comida especialmente el día martes para ellos, por ejemplo, lentejas, supremas, lasagna, vamos variando con los platos, no es lo que sobra”.

Todo controlado

Algo que los participantes del proyecto se propusieron desde un principio era darles comidas a quienes realmente lo necesitan por lo que requerían de un registro de clientes. Sin embargo, como no conocían a muchas personas de la provincia que estaban en esa situación, solicitaron ayuda. “Nosotros nos planteamos este problema, vamos a dar un plato de comida, ¿cómo hacemos? Si lo publicitamos abiertamente tendríamos mil personas y como sabemos que esas personas están en situación de calle. Entonces, la Fundación en convenio con la municipalidad con el departamento de Desarrollo Humano, relevan a las personas que realmente los necesitan y en base a eso les damos el almuerzo”. Tras las inscripciones en el municipio, les dieron un carnet con el que pueden ingresar cada martes para disfrutar de los alimentos.

Luego de realizados los registros, los almuerzos comenzaron, aunque, en un principio muchos se acercaron con miedo pero después fueron animándose a más. Actualmente crearon lazos de amistad entre ellos y con las personas que trabajan en el lugar.  “Al principio los chicos venían muy temerosos porque era raro comer en un bar que sea gratis pero después fueron avanzando, se fueron socializando entre ellos, se fueron haciendo amigos, vienen con otra actitud y hemos logrado vínculos con muchos”, finalizó Azcona.

Vivi Fornés, el nexo infaltable para el proyecto

Viviana Fornes es una solidaria incansable que día a día comparte su tiempo con personas sin hogar. Ella sostiene que, si bien son muchas las cosas materiales que les faltan, la principal falta que tienen es la del amor. Por eso siempre encuentra un lugar en su vida para compartir con ellos. “La tarea que realizamos es la de tratar de que ellos puedan volver a insertarse en la sociedad, acompañarlos para que puedan recuperar su autoestima y sus vidas”.

Fornés es una de las personas infaltables en el proyecto ya que fue la encargada de darles a conocer la noticia que fue recibida con mucha emoción y alegría. “La devolución es tan grande de parte de ellos que al final te sentís chiquito porque los ves cómo viven y el cariño y el amor que te brindan y lo agradecidos que están que no es nada lo que terminás haciendo”, expresó.

“Al principio no podían creerlo, no solo el hecho de la comida, sino que fuese en un lugar tan bonita y que ellos pudieran entrar porque nunca van a esos lugares, para ellos es como entrar en Disney. Los tratan con muchísimo cariño, respeto, así que están felices”, finalizó Fornés invadida por la emoción.