Dibu Morales visitó DIARIO HUARPE para contar su experiencia en El Villicum

La fiesta terminó. La expectativa, los nervios, la presión bajaron sus niveles y volvieron a la normalidad. La sensación de haber formado parte de la historia no se la podrá quitar nadie. El estar a metros de distancia de los mejores del mundo, conviviendo con ellos, no fue un sueño; lo vivió durante cuatro días.

Carlos “Dibu” Morales fue cuarto en la carrera 1 y quinto en la carrera 2 y entiende que el resultado final fue muy bueno. Contó con una moto nueva, con gran potencial, pero con escaso tiempo de trabajo en ella para poder ponerla a punto, para trabajar chasis y motor y lograr un equilibrio necesario para el tipo de trazado que tiene El Villicum.

Ahora es momento de hacer un breve alto y rápidamente ponerse a trabajar pensando en lo que viene, en terminar la temporada en el campeonato chileno; de imaginarse viviendo una situación similar a la de San Juan, cuando le toque a la categoría ser telonera del GP en Termas de Río Hondo, dentro de cinco meses.

Dibu Morales: “Fue una gran experiencia en todo sentido. Estoy conforme con lo que hicimos con el equipo. Se trabajó mucho, dimos todo lo que tenemos para lograr una moto competitiva y lo logramos; lo demás, fue falta de tiempo para lograr un equilibrio, el que vamos a encontrar a partir de ahora.

“Corrí con los amortiguadores originales de la moto, mientras que los demás lo hacían con amortiguadores de competición, me costaba mucho a la hora de doblar y eso hizo que terminara perdiendo ritmo, pero hicimos lo mejor posible para que la moto esté competitiva”.

“Fue increíble correr ante mi gente y estoy súper orgulloso de haber sido el mejor sanjuanino y el mejor argentino. El circuito es impresionante aunque le faltó que el asfalto estuviera un poco más engomado para tener mejor rendimiento, pero de todos modos, que hayan ingresado más de 80 mil personas durante los tres días, San Juan superó el record mundial de ingreso de público”, indicó el Dibu.

Estoy muy agradecido a todo San Juan, a la gente que nos alentó, a los sponsors, que hicieron posible que hiciera realidad este sueño, a mi familia, que siempre apoyó en todo momento, a mi papá y mi abuelo que trabajaron incansablemente para que tuviera una máquina competitiva y todo hecho a pulmón.

“Ahora, a pensar en lo que resta para terminar el año y trabajar duro para lograr un buen final de año y sin dejar de pensar lo que significará estar corriendo junto al MotoGP en Termas”, cerró Dibu.