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Provinciales > Inmigrantes

En busca de un sueño

Tras la fundación de San Juan hubo diferentes corrientes migratorias. Los recién llegados trajeron consigo sus costumbres que se fueron mixturando con la idiosincracia local.

POR REDACCIÓN

12 de junio de 2018

El 13 de junio de 1562, el colono español Juan Jufré fundó la Ciudad de San Juan, pero ahí no inicia la historia de nuestra provincia. Antes de la llegada de los españoles, los pueblos originarios vivían pacíficamente en estas tierras.

Guillermo Collado Madcur, magister en Ciencias de la Comunicación y presidente del Centro de Genealogía y Heráldica de San Juan, explicó que “con la llegada de los españoles, los aborígenes se dividieron en encomiendas. De esta manera, a los indios se los llamaba encomendados y estaban a cargo de un español encomendero”, aseguró Collado.

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La llegada de los colonos europeos no sólo  trajo un cambio en la vida de los habitantes de lo que hoy es conocido como América, sino que también llegaron muchos comerciantes. Muchos de estos habitantes que alcanzaron un lugar destacado dentro de la sociedad, luego se convirtieron en políticos.

“Incluso algunos familiares de los españoles comerciantes que llegaron en la época colonial participaron de la Revolución de Mayo, es el caso de José Ignacio Fernández Maradona, quien fue diputado por San Juan en la Junta Grande, Laprida quien preside el congreso que declara la independencia y Pedro José Zavala quien firmó la petición del pueblo proponiendo la Primera Junta”, aseguró el magister.

La población sanjuanina no sólo se componía de españoles y de los caciques de los pueblos originarios. “Si bien, Argentina y por ende San Juan estaban bajo dominio español, en el siglo XVIII llegaron muchos ciudadanos portugueses”, explicó Collado.

En  las invasiones inglesas, tomaron prisioneros a varios ingleses y los deportaron a las provincias del interior, con el fin de que no logren escaparse por el puerto. Probablemente, San Juan fue la provincia que más prisioneros recibió, alrededor de unos 298. Entre ellos se encontraba Doughorty, quien es el antepasado de Eusebio de Jesús Dojorti, más conocido como  Buenaventura Luna.

Luego de la independencia argentina, llegó la recordada Generación del ´80 con una visión eurocéntrica. Se creía que la única forma de crecimiento que tenía el país era a través de los europeos, por lo que se fomentó una política inmigratoria. “Fue una gran ola de inmigrantes que llegó a Argentina durante fines del siglo XIX y principios del siglo XX”, explicó el especialista.

“Esta política inmigratoria no sólo trajo europeos, sino que también vinieron sirios y libaneses que, en nuestro suelo, se dedicaron al comercio textil. Por su parte los españoles e italianos se adueñaron del sector vitivinícola”, afirmó Collado.

Mucho más reciente, se encuentra las décadas de 1970 y 1980, en las que Argentina se veía envuelta en lo que fue la última dictadura militar, también la más sangrienta. “En esos años, Chile vivía la dictadura de Pinochet, por lo que muchos habitantes del país trasandino decidieron cruzar la cordillera y asentarse en la provincia.

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Durante esa época, a San Juan también llegaron bolivianos. Por último, hubo una gran ola de coreanos que viajaron hasta este lugar para dedicarse al comercio”, sostuvo Collado. Para finalizar, el presidente del Centro de Genealogía y Heráldica de San Juan, contó que “ya en el siglo XXI, el ingreso de los inmigrantes disminuyó, pero si tuvimos la llegada de africanos que se dedican al comercio ambulante”.

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