“En la historia de la ciencia las mujeres no han sido reconocidas”

“No hay conocimiento humano sin la participación de mujeres”. Categórica, aunque con un gesto amable la licenciada en Sociología y magíster en Educación, Dora Beatriz Barrancos, de visita en la provincia donde encabezó una exposición atendió a DIARIO HUARPE para dialogar sobre la problemática que enfrenta al género y a la ciencia.

Este conflicto es histórico y aunque en los últimos tiempos se generaron cambios en el paradigma reinante, aún es bajo el reconocimiento de las mujeres científicas “pese a que han hecho algunas contribuciones importantísimas”, destacó.

“A lo largo del tiempo las mujeres han sido poco reconocidas, no reconocidas o reconocidas con mucha dificultad. Hay un caso extraordinario como el de Marie Curie que fue dos veces Premio Nobel, pero hay pocas mujeres reconocidas con este premio en el área de las ciencias”, relató la especialista pampeana.

De todas maneras, Barrancos reconoció que hubo avances en esta materia en las últimas décadas posicionando a Argentina, junto con Bulgaria, entre los países con mayor participación de mujeres en la ciencia.  

“Pero hay dificultades para que las mujeres puedan escalar posiciones en el mundo científico. En primer lugar, una científica hace las mismas tareas que todas las mujeres en su casa, o sea que tiene injerencia múltiple. Esto las perjudica porque las mujeres no pueden hacer la misma cantidad de papers que un varón en circunstancias en que debe estar casi obligada y forzada a ser las únicas cuidadoras de la prole”, comentó.

Asimismo, otra dificultad que aparece al momento de analizar las situaciones de varones y mujeres es la alta homogamia. Esto es el matrimonio entre individuos que comparten alguna característica culturalmente importante. “Generalmente los científicos se casan con científicas, pero en el momento de ver las mejores oportunidades para el crecimiento las tienen los hombres. Eso también retrasa a la cónyuge”, explicó Barrancos.

Un tercer obstáculo, analizó la expositora, es la mayor capacidad de autoimpugnación que tienen las mujeres que, a menudo, no se reconocen con las mismas características que los varones para postularse a un cargo. “Estas cosas retraen a las mujeres, fragilizan sus posibilidades. Y hay una última que es muy difícil, el reconocimiento de las mujeres en la carrera de la ciencia con evaluaciones que están sometidas a la igualdad y no son iguales habida cuenta que unos han tenido más posibilidades para hacer papers y otras no”, finalizó.

En torno a la elección de las carreras universitarias, la directora del CONICET en representación de las Ciencias Sociales y Humanas, indicó que “las mujeres están eligiendo carreras que se han tornado muy amigables, pero no sabemos por qué como es biología. Hay otras que son históricas, que tienen mucha feminización y que en el pasado también tuvieron un muy limitado reconocimiento como es filosofía. Es una especialización formidable dentro de las humanidades, pero si uno repasa la historia de la filosofía van a ver pocos nombres de mujeres”, cerró.