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Provinciales > Historia de vida

Fue víctima de violencia de género y ahora ayuda a otras a salir del infierno

Rosana se casó en la provincia y se fue a Córdoba, desde donde escapó tras las agresiones que sufrió por parte de su ex pareja. Actualmente tiene su propio emprendimiento y ayuda en una asociación a mujeres que fueron víctimas de violencia de género.

POR REDACCIÓN

25 de noviembre de 2018

En el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer sale a la luz la historia de Rosana, una sanjuanina que, cuando creyó que comenzaba a vivir el sueño de su vida tras casarse e irse a vivir a Córdoba, empezó con un verdadero infierno. Afortunadamente, decidió terminar con esas situaciones y volvió a San Juan junto a su familia. Ahora cuenta con su propio emprendimiento y pertenece a una agrupación que ayuda a víctimas de violencia de género a salir adelante.

Sin dudas, lo que caracteriza a Rosana es la valentía, es que de un momento a otro, decidió dejar toda la vida que había construido luego de casarse e irse a otra provincia debido a que sufría violencia psicológica de forma constante por parte de su ex pareja.

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“Me vine a San Juan en mayo del 2011 con mi hija que en ese momento tenía 5 años”, comenzó contando. “Sufríamos violencia psicológica con el papá de ella, nos trataba cada vez más mal y yo sentía que no íbamos a terminar bien porque aumentaban los niveles de violencia”, añadió.

Poco después, las agresiones se extendieron hacia su pequeña: “Cuando empezó a gritarle a mi hija dije basta” y ese fue el punto en el que decidió que todo debía cambiar. Como si fuera algo del destino, cuando viajaba en colectivo vio un afiche de la dirección de la Mujer y decidió ir para contar su situación y ver qué ayuda le podían brindar. “Fui y hablé con un abogado, una asistente social y una psicóloga que me orientaron a que hiciera la denuncia y me alentaron a separarme”, dijo y, gracias a ellos, decidió dejar Córdoba y volver junto a su hija a su provincia natal, San Juan.

Sin embargo, el miedo estuvo presente en ella durante muchos años ya que “en ese momento atravesaba una depresión muy fuerte porque había perdido un embarazo por todas las situaciones de estrés y de violencia en las que vivía y eso me dejó muy mal y a mi hija también porque se deprimía a la par mía, tuve mucho miedo al venirme”.

Rosana cree fervientemente que lo único que la “protegió” en ese momento fue “Dios y los 600 kilómetros que me separaban de él”. Es que, a pesar de la distancia, las llamadas hostigantes y amenazantes continuaban: “Estaba sacado porque decía que le había robado la hija”.

Tras instalarse en la provincia comenzó a buscar ayuda de la mano de profesionales, nunca se dio por vencida, Rosana quería salir adelante y poder brindarle el mejor futuro a su hija. Y lo hizo. Luego de años de terapia, pudo aceptar los hechos y superarlos.

“La tranquilidad la encontré cuando fui a la psicóloga”, cuenta. Admite que “también hice terapia con mi hija y fui a grupos de autoayuda”.

Todo eso la ayudó a salir adelante y a cumplir su propio sueño. Actualmente, tiene su propio emprendimiento y ayuda a cambiar la realidad de aquellas mujeres que también son o fueron víctimas de violencia de género.

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“Tengo un emprendimiento de cosas de cotillón y, de a poco, empecé a hacerles trabajos  a docentes, hago telones y tapas de carpetas por ejemplo”, expresó Rosana. “Participo de una asociación que se llama Concretando Sueños, hace 1 año venimos trabajando con eso, somos más de 100 mujeres que sufrimos violencia de género y decidimos empezar a trabajar para ayudarlas a que salgan, siempre con el mensaje de `Si se puede´”, expresó al contar el cambio rotundo que tuvo su vida.

“Llevo muchos años trabajando en ayudar a otras a que salgan, cuando he ido conociendo alguna mujer víctima siempre estuve, las apoyé”, dice orgullosa sobre el granito de arena que aporta para cambiar la vida de las mujeres que sufren agresiones.

Agrega: “Me siento muy contenta cuando veo que otras logran salir adelante, que no se quedan estancadas permitiendo la agresión, es una gran alegría que uno siente. Yo siempre pienso en mi hija, creo que estoy haciendo algo para que cambie el mundo para cuando ella llegue a adulta”.

Mujeres Activas

En el presente año, Rosana participó del programa denominado Mujeres Activas que tiene como fin la capacitación a víctimas de violencia de género. Las realizaron cerca de 60 mujeres que pudieron aprender sobre alfabetización digital y emprendedurismo, temas fundamentales que las ayudarán a salir adelante en sus vidas.

“Cuando hicieron esta capacitación orientada a que la mujer encuentre un ingreso económico propio, dije `al fin´ porque es la primera vez que se va hacia ese punto porque siempre había ayuda psicológica o legal”, concluyó esperanzada Rosana.

Si sufrís violencia de género, denunciá

Si sufrís violencia de género, realizá la denuncia en la Dirección de la Mujer. No hace falta que te acerques hasta el lugar sino que podés hacerlo por teléfono al 4222713 o 4200142.

En los departamentos alejados se pueden realizar en cualquier comisaría, principalmente si hay lesiones o amenazas.

 

 

 

 

 

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