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Provinciales

Hay alarma por el aumento de casos de cutting en San Juan

La práctica denominada “cutting” está más arraiga entre los adolescentes de lo que los adultos suponemos y es necesario comenzar a atenderla para visualizarla y evitar tragedias.

POR REDACCIÓN

26 de noviembre de 2014

Se trata de un fenómeno mundial y San Juan no es ajena. La práctica denominada “cutting” “está más arraiga entre los adolescentes de lo que los adultos suponemos y es necesario comenzar a atenderla para visualizarla y evitar tragedias”, ex­plica la psicóloga especializada en adolescencia, Laura Caño.

Cutting (cortar en inglés) es una conducta ejercida más comúnmente por chicos de entre 12 y 19 años, consiste en realizarse cortes, por lo ge­neral en los antebrazos. Se­gún comenta Lau­ra Caño, “se trata de hacerse daño deliberadamente pa­ra superar una ansiedad”.

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Si bien no hay estadísticas, ya que se trata de un fenómeno emergente que va ganando adeptos gradualmente, tanto la psicóloga entrevistada co­mo los datos aportados por profesores de escuela indican que este año el fenómeno ha sido más visualizado que años anteriores.

“Recorría los pasillos entre los bancos durante una evaluación y divisé las costras generadas por cortes en el antebrazo izquierdo de una alumna. La llamé, para no intimidarla ante sus compañeros, y le pregunté qué pa­saba. No ahondó en detalles, sólo dijo: “No se haga problema profe, es por encima” y volvió a su lugar. Luego alerté a las autoridades de la situación y el gabinete está trabajando con ella. Esta­mos atentos porque sabemos que son varios los jóvenes miembros de este gru­po”, destacó una profesora que prefirió no publicar su identidad para preservar la confidencialidad de la alumna en tratamiento.

Fotos de jóvenes sanjuaninos con perfiles en facebook constatan la situación. Incluso muchos pertenecen a un grupo denominado “Suicidas”.

Laura Caño comentó que el cutting es una práctica ejercida por jóvenes que quieren pertenecer a una tribu denominada “Emo Dark”, para lo cual el cutting es un rito de iniciación, pero también realizada por jóvenes que no tienen otra forma de exteriorizar sus pesares. “En algunos es un explícito llamado de atención fácilmente descubierto por la familia, debido a que inconscientemente exponen sus cicatrices, en casos de cortes muy profundos o heridas. Mientras que hay chicos que pasan años de sus vidas ejerciendo la práctica y nadie se da cuenta porque es sólo un desahogo y no quieren ser descubiertos.

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Los especialistas aseguran que se trata de jóvenes que se sienten extraños en la escuela y otras instituciones. A su vez, en esos lugares no pueden escuchar ni asimilar lo que estos jóvenes intentan expresar.

Estos casos se dan en una etapa de búsquedas. La mayoría de los chicos que ejercen el cutting tiene síntomas depresivos y una in­capacidad para manejar las emociones no deseadas. “En el sin sentido que para ellos tiene la vida, se sienten perdidos, abandonados, sin contención”, dice Caño.

Cutting: ¿Cómo detectarlo?

Los factores que suelen repetirse en todos los casos de cutting son la preocupación del afectado por las consecuencias físicas, la total imposibilidad de dominar el impulso autodañino con un incremento de la tensión y el malestar del individuo hasta que procede a causar la lesión. Otro factor clave es el sentimiento inmediato de alivio posterior a causar el daño. Los jóvenes pueden cortarse, quemarse, arañarse o morderse sin que nadie lo sepa, ya que estas autolesiones se esconden con muñequeras o ropa larga. Los especialistas recomiendan a los adultos que rodean a los chicos atender a cambios de conductas y síntomas de depresión, además piden estar atentos a si los chicos dejan de asistir a actividades que antes eran parte de su cotidianidad, a si faltan medicamentos en el hogar, y también solicitan controlar que no sean agredidos por compañeros en la escuela, hecho que, la mayoría de las veces genera las autolesiones.

Cómo se tratan las autolesiones

El cutting es un trastorno del comportamiento que no debe confundirse con la intención suicida. El adolescente se produce cortes superficiales utilizando para ello objetos muy diversos. Las heridas no llegan a dañar tejidos profundos y son muy variables, dependiendo de la situación emocional concreta. Para el diagnóstico y tratamiento de estos comportamientos es fundamental el trabajo interdisciplinar entre profesionales médicos del campo de la psicología y psiquiatría que ayuden a la persona a tratar el problema de raíz. Para conseguir los resultados adecuados en la terapia es imprescindible el apoyo de la familia, no cuestionar ni juzgar a la persona será determinante para que se atreva a enfrentarse al problema.

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