La sanjuanina que huyó de la provincia para escapar de la explotación sexual

Con 18 años, Beatriz González (46) huyó de la provincia de San Juan luego de sufrir por cuatro años la persecución del proxeneta que llevó a su mamá a la prostitución. La decisión conllevó a dejar a su familia y a sus hermanas y empezar una vida nueva sola, lejos de lo que hubiera sido un mundo de explotación sexual.

La idea de irse surgió luego de varios acontecimientos, el primero de ellos fue la muerte de su madre. Natalia Tita Lima, fue trabajadora sexual durante toda su vida. Cuando su hija tenía 14 años, la mujer murió embestida por una camioneta en una parada de colectivos. Pero para Beatriz, su mamá fue asesinada.

A partir de ese momento empezó el sufrimiento para Beatriz. Además de aprender a vivir con sus dos hermanas por sus propios medios y mantener una relación con su pareja y tres hijos, la mujer tuvo que afrontar a la Policía por la dudosa muerte de su madre y la persecución del “jefe” de su mamá.

Beatriz contó a  DIARIO HUARPE que a su mamá “la mataron” y que disfrazaron  el homicidio con un “accidente de tránsito”. “Creo que se metió con gente que no debía meterse, gente pesada como le dicen en la jerga de la calle. Cuando esa noche no volvió de trabajar, yo me preocupé. Nos enteramos al mediodía de su muerte y la Policía señaló que fue arrollada por una camioneta, arrastrada y tirada”, dijo la mujer.

Para Beatriz, su mamá se había negado a participar del robo a una mujer adinerada por el simple hecho de que la víctima era su amiga. El proxeneta de su mamá fue quien le hizo la propuesta, por lo que para la mujer es el principal sospechoso de su muerte.

Toda esperanza por esclarecer el “crimen” de su madre terminó cuando ella tenía 18 años. Un policía le dijo: “Negra te recomiendo que no se sigas hurgando en este caso, quedó archivado. Hay gente muy pesada, hay políticos y policías en este hecho”.

Pero eso no fue lo peor. El proxeneta -que según ella le decían “Cardenas”- la persiguió por cuatro años con amenazas y acoso. El hombre quiso que la mujer ejerciera la prostitución y trabajara para él, pero Beatriz se negó.

La mujer tenía una pareja y tres hijos, sin embargo se alejó de su casa ubicada en inmediaciones de Villa San Damián para irse a Mendoza y así escapar de la explotación sexual.

En la provincia vecina, Beatriz trabajó por varios años en la cosecha. Pudo ponerse nuevamente en pareja con la que tuvo once hijos.

Actualmente vive en la localidad de Las Heras y pudo contactarse con su familia sanjuanina a través de Facebook. A San Juan no puede volver, pues por su situación económica. Con lo poquito que tiene trata de ayudar a sus hijos para que estudien y tener el alimento diario.

No supo más nada de “Cardenas” ni del crimen de su madre.

El sueño de abrazar a su papá:

Pero hay algo que a Beatriz algunas noches no la deja dormir más allá de la muerte de su mamá. Beatriz quiere ver a su papá, reencontrase con él, saber que está bien y darle un abrazo para “cerrar una etapa”.

Después de la muerte de su madre, el papá de Beatriz, en aquel entonces el policía Ricardo González, quiso hacerse cargo de ella y se la llevó a vivir a su casa. Pero la relación no duró mucho tiempo. Apenas convivieron siete días, pues Beatriz no se llevaba bien con la esposa de su padre. El hombre había mantenido una relación prohibida con la mamá de Beatriz y ella fue fruto de esa relación, por lo que no era deseada en aquel hogar que tenía una familia conformada con hijos. Por tal motivo, Beatriz se fue de la casa.

Hace poco, Beatriz se enteró que su papá cayó preso junto a dos cómplices por formar parte de un operativo trucho de la Policía para sacarle dinero a un comerciante de Jáchal. Flagrancia condenó a Ricardo González a 6 años de prisión por el delito de extorsión, por lo que se encuentra encerrado en una celda del Penal de Chimbas.