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Los jóvenes en la Vigilia por la Memoria, un símbolo de esperanza
Con una fuerte presencia de los jóvenes, los sanjuaninos conmemoraron la última dictadura en una emocionante jornada de reflexión.
POR REDACCIÓN
Como todos los años, en la noche de este jueves se preparó la Vigilia por el Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia. En este caso, el Gobierno provincial preparó un escenario en las inmediaciones de plaza España y se montaron carpas para vivir una intensa jornada de reflexión.
A 41 años del período más oscuro de la Argentina, la Vigilia se destacó por la fuerte presencia juvenil. Chicos de escuelas secundarias y organizaciones no gubernamentales de todas las edades se concentraron en solidaridad con las víctimas y familiares, al llamado de “Memoria, Verdad y Justicia”.
Las carpas montadas mostraron todo tipo de homenajes. En algunas se vieron fotos de los sanjuaninos desparecidos, en otras los nombres de las víctimas estaban escritos en la pared junto a los pedidos de juicio y castigo para los represores.
El programa oficial de actividades de la vigilia en conmemoración del 24 de marzo tuvo como eje central un espectáculo llevado a cabo por artistas locales, que inició a las 19 horas en calle San Luis, entre España y Las Heras.
Además de los shows musicales, también participaron en un espacio en común diversas organizaciones no gubernamentales, colectividades, agrupaciones políticas y estudiantiles, junto a la comunidad en general.
Los artistas que se presentaron en este homenaje y conmemoración al golpe de estado fueron de los más diversos estilos. La jornada fue iniciada por Monofloro, le siguió Los Suplentes y la murga uruguaya La Pericana. Luego, actuó Flor Tomasini con su guitarra y Bruno Torino, quien fue la última actuación de la noche.
Nunca más
El 24 de marzo se estableció el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia, en recuerdo del golpe de estado de 1976. En la madrugada de ese trágico día, las Fuerzas Armadas derrocaron a Isabel Perón, aplicaron un programa de ajuste económico y pusieron en marcha un sistemático plan de represión ilegal que provocaría la desaparición de 30.000 personas.
En 1984, la CONADEP (Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas) publicó un informe sobre las víctimas de la dictadura, que fue utilizado para enjuiciar y condenar a las juntas militares. El informe llevaba el nombre de “Nunca Más”, frase con la que el fiscal Strassera culminó el juicio, y que se transformó en una máxima en la lucha por los derechos humanos.