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Ludopatía, la enfermedad del juego donde podés perderlo todo
La ludopatía es la enfermedad de aquellos que juegan y apuestan compulsivamente, llegan al límite de terminar dañando su propio entero y su vida.
Según la reconoce la Organización Mundial de la Salud desde 1980, el juego compulsivo es una enfermedad emocional y psicológica, de naturaleza progresiva que no tiene cura pero que si puede detenerse.
San Juan no es la excepción a ella y hubo varios casos a largo de los años. En septiembre de 2012 se formó en la provincia el Grupo Esperanza de jugadores anónimos. El grupo ayuda a todo los que sufran de la adicción a los juegos de azar y dan herramientas para poder controlar el deseo de jugar.
EL GRUPO QUE BUSCA AYUDAR
“Somos un grupo autogestionado. No recibimos ni un peso de nadie, tampoco de los miembros del grupo. Cada uno hace su aporte para comprar libros o materiales para ayudar pero no se exige nada“, dijeron desde el Grupo Esperanza que funciona, gracias a la ayuda desinteresada del Padre Ruggeri, en la Parroquia Santísima Trinidad, ubicada en calle General Acha 1315 Sur.
Los jugadores anónimos se reúnen todos los martes a las 21.30 horas en la parroquia y suelen ser entre 20 y 30 personas que buscan ayuda para poder salir de la adicción.
“Esta enfermedad, como lo es la ludopatía, afecta a millones de personas en el mundo. Acá en San Juan, desde que creció la cantidad de Casinos afectó a un montón de personas. A partir de los 18 años ya tenemos gente que está jugando, gente mayor, de todas las edades. Las mujeres son de las más afectadas, no sabemos por qué a ellas el vicio las agarra más fuerte“, explicó a DiarioHuarpe.com uno de los coordinadores del grupo.
“Antes, había un solo Casino, te dejaban entrar de zapatos y abría a las 21 horas. Ahora el Casino te abre a las 9 de la mañana y cierra a las 6. Debe ser porque el negocio es conveniente y siempre hay clientes. Esos clientes, se están yendo a la ruina en muchos casos“, aseveraron desde el grupo que trabaja a la par de Jugadores Anónimos de Argentina.
– ¿Cómo se reconoce la enfermedad? ¿Hay algún momento de quiebre?
– En realidad, casi todos los ludópatas, se dan cuenta que están enfermos cuando han tocado fondo. La enfermedad tiene una serie de etapas muy marcadas: la primera es la económica, no hay peso que alcance. La segunda etapa es la pérdida de la familia y amigos; y la tercera es la vida, porque cuando no hay ningún tipo de contención, muchos deciden terminar con su vida.– ¿Cómo es la ayuda o tratamiento que brindan desde el grupo?
– La terapia o el tratamiento está basado en nuestras propias experiencias. Con el tiempo que llevamos sin jugar, nosotros le aconsejamos al nuevo que va al grupo cómo hacer, que fue lo que nos sirvió a nosotros y toma lo que le sirve. Cuando tenés un grupo de 10 personas y te dicen lo que le sirvió a cada uno, te termina quedando algo que después implementas en tu vida.Lo otro que consideramos fundamental, es tratar de asistir siempre a las reuniones. Tenemos un dicho o una frase de cabecera: “Hagamos de cuenta que esta es una enfermedad terminal y que tenemos que tomar la pastilla todos los martes”.
Desde el Grupo Esperanza fueron contundentes al asegurar que: “La ludopatía no tiene cura pero si damos las herramientas para poder frenarla“. Por otra parte, recomiendan que quien pueda y tenga los recursos, complemente la ayuda del grupo con un psicólogo o un psiquiatra.
CUALQUIERA PUEDE CAER
Esta enfermedad se empieza a notar con mayor notoriedad a partir de las primeras veces que uno va al Casino. “Uno, a los 18 o 19 años, cuando empiezan a intervenir en el casino, no sé por qué pasará que uno cuando va por primera vez, gana. Ese que ganó, tal vez le empieza a gustar la vida y el dinero fácil y empieza a ir al Casino seguido”, dijo.
“Después tenemos entre los 30 y 40 años, que están casados, en pareja y que tienen una vida hecha pero que entran al Casino por estar aburridos y por último están los de mayor edad, que empiezan a jugar porque sienten soledad y en el Casino siempre hay alguien“.
-¿El Casino tiene mecanismos para impedirle la entrada a los jugadores compulsivos?
– “El Casino de San Juan tiene un área que se llama “Jugador responsable”, ellos cuando detectan un ludópata, tienen que prohibirle la entrada. También el Casino tiene algo que se llama “Autoexclusión”, que es algo que uno va por propia voluntad, dice que es jugador compulsivo y pide que no lo dejen entrar. Eso está funcionando muy bien”.
Algo que es prioritario para quien se quiere recuperar, es autoexcluirse. “Lo primero que hacemos con alguien nuevo que llega al grupo es pedirle que vaya a autoexcluirse. Es una de las primeras herramientas que tenés, ya que si vos no tenés el deseo de dejar de jugar, va a ser en vano que hagamos lo que hagamos”, aseveraron.
VEINTE PREGUNTAS CLAVE
Cuando una persona llega al grupo, lo primero que se hace es contar las experiencias de todo, hacerlo participé y ahí se lo analiza en el estado en el que están.
“Muchos por vergüenza no cuentan todas las cosas que hacen para poder jugar pero después con más reuniones encima se van soltando y van apareciendo cosas que antes no había dicho“.
Una de las cosas que se hacen para conocer el estado real de una persona adicta al juego, es hacerlo responder por si o por no a 20 preguntas. “Son 20 preguntas especificas y respondiendo afirmativamente 7 de ellas, ya se puede considerar que es un jugador compulsivo. La mayoría de los que vienen al grupo, responden positivamente 17 de ellas”, explicaron desde el grupo, al tiempo que dijeron que “vino gente tan mal al grupo, que han estado a punto de quitarse la vida. Llegan a esa presión. Y uno termina haciendo daño a toda su familia y amigos”.
“La gente no se acostumbra a tratar esto como una enfermedad. El jugador compulsivo no juega porque así lo quiere, sino porque el cuerpo se lo pide“, afirmaron y agregaron que “el dinero no le importa al ludópata, son solo fichas. El dinero ya deja de tener valor económico y es solo parte del juego”.
SÍNTOMAS PARA TENER EN CUENTA
Desde el grupo explican que hay algunos síntomas o indicios para detectar a un jugador compulsivo. Se dividen en tres. Uno de ellos es perderse varias horas en el juego y después no poder explicarse que haya pasado tanto tiempo.
La segunda es cuando cuando empieza a faltar el dinero en la casa o cuando de repente empieza a sobrar. Y la tercera es cuando se llega a la mentira para justificar ante la familia o amigos las pérdidas de dinero.
La ayuda del Grupo Esperanza
Quien crea que tiene un problema con el juego, desea recuperarse y recuperar su vida, puede contactarse con los integrantes del grupo Esperanza a los siguientes números de teléfono: 155437582 o al 154413386.