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Nardo Morales: el artista que mantiene viva la cultura Huarpe
Este hombre aprendió las técnicas de la alfarería huarpe de su madre, cuando era muy pequeño. Hoy, él le dedica su vida a esta actividad como una forma de mantener viva la cultura de los pueblos originarios.
POR REDACCIÓN
En su puesto a la orilla de la Ruta 20, Nardo Morales espera paciente a los viajeros que, intrigados por los cacharos que divisan a lo lejos, se detienen para investigar de qué se trata. “Mis clientes vienen desde Córdoba, San Luis o Buenos Aires, generalmente. Ellos descubren mis artesanías cuando pasan por aquí y luego vuelven a buscarlas. También hay muchos que me hacen pedidos y debo enviárselos por encomienda”, cuenta el artista, que desde hace más de 35 años se dedica a la alfarería.
Más allá de la belleza de sus creaciones, lo destacable es que son piezas únicas, trabajadas con técnicas originarias de los huarpes. Y es que Nardo es hijo de padre y madre huarpes, pertenecientes a la comunidad Sawa de Punta del Agua, en el departamento de 25 de Mayo.
Al recorrer su puesto para mostrar los diferentes jarrones de arcilla, Nardo va contando la utilidad que antiguamente se les daba. Los más alargados y con dos agarraderas eran para trasportar alimentos y líquidos en el lomo de los burros, mientras que otros más chatos eran los que usaban las mujeres para llevar el agua sobre sus cabezas. Además de los modelos tradicionales, el artesano se ha ido actualizando y, en su puesto, expone algunas creaciones modernas, que responden a pedidos de sus clientes.
“Sunyay” es la marca con la cual firma sus preciadas creaciones, una palabra que en el dialecto huarpe significa esperanza. Quizás, esa firma tiene que ver con la fe en que algún día la comunidad huarpe y su cultura sean valoradas.
“Por un largo tiempo sufrimos mucho la discriminación y es quizás por eso que nuestros antepasados no nos enseñaron demasiadas cosas de su cultura, su lengua o tradiciones”, cuenta Nardo, a lo que agrega que hoy en día observa en algunas prácticas de los sanjuaninos el reflejo de costumbres o tradiciones huarpe, que ni siquiera son conocidas.
En el medio de la nada, sin vecinos a kilómetros de distancia, la alfarería ya no es sólo un trabajo para Nardo, sino la razón que lo mantiene vivo. Justamente, esa misma vida que con cada pieza de arcilla le devuelve a la cultura de los pueblos originarios.