“No agotemos energía en lo que nos divide, hay que mirar a los que nos necesitan”

Previo a una fecha tan significativa para el catolicismo como es la Navidad, una epoca donde se respira esperanza y paz, DIARIO HUARPE dialogó con la máxima autoridad de la Iglesia sanjuanina, Monseñor Jorge Lozano.

Estamos próximos a la Navidad que coincide también con el tiempo de Janucá para la fe judía. Es tiempo de esperanza, de paz, pero actualmente estamos viviendo hechos de marcada violencia en Argentina. Ante esto, ¿Cuál es el mensaje de Monseñor Lozano?

“Lamentablemente los hechos de violencia que se han dado en estos días han generado angustia y preocupación en la sociedad. Una violencia que atraviesa distintos campos, porque se da en la familia, en la escuela, en los clubes deportivos, en las calles. Esto nos muestra cual es la valoración de la vida humana. Tenemos que cuidarnos los unos a otros. Y ver como pasamos del enfrentamiento y la bronca a sentarnos en una mesa y poder intercambiar y dialogar”.

Diálogo que parece difícil en estos últimos años donde se fue acrecentando la llamada “grieta”. Y en este sentido, la opción por los pobres, ¿hay también distintos modos de entenderla? Algunos creen que la mejor opción es a través del asistencialismo pero por otro lado, la misma Biblia dice que hay que enseñar a pescar y no dar el pescado. Entonces, cómo podemos en este dialogo que se encuentren dos Argentinas ideológicamente diferentes donde parece tan difícil llegar a la paz social.

“Que tengamos diferencias no es llamativo, al contrario es muy buena. Que haya diferencias ideológicas es normal. La convivencia pacífica y armoniosa entre diversos credos es algo que a muchos países le sorprenden y lo toman como un modelo a seguir. Es una pena que los entendimientos no llegan a todos los ámbitos como la política”.
“Así como están esos enfrentamientos, hay ejemplos que nos animan. No agotemos energía en lo que nos divide, hay que mirar a los que nos necesitan. Hay muchas diferencias que no tienen que ver con lo ideológicos sino con lo económico y social”.

Usted viene marcando el valor que tiene el número de la pobreza. Pero pareciera que ese número es difícil de determinar porque hay técnicos y mecanismo del Gobierno, como el INDEC, con sus estadísticas pero, por otro lado, dicen que sienten presiones por estar observados por algunos mandatarios provinciales. ¿Usted va a medir la pobreza en San Juan?

“Hay una mayor coincidencia en los números estadísticos entre algunos organismos, sindicatos y algunas universidades. Y la diferencia que puede haber en los porcentuales no son significativas. Lo que yo si veía cuando se publican las cifras de la Universidad Católica y me preguntan cómo es en San Juan, y no tenemos esa misma medición con los mismos criterios como para tener esa mirada. Esperemos poder tenerlos en algún momento”.

Qué reflexión final nos da a los sanjuaninos en esta época en la que cuesta tanto recuperar la alegría y la esperanza. Y detenernos a mirar el pesebre que nos enseña la sencillez.

“Todos buscamos la alegría, a mí me llama la atención como ante tantas búsquedas hay gente tan triste. Con tanto instrumento que tenemos para comunicarnos, sin embargo hay mucha gente que se siente sola.
En la Navidad hay uno de los textos del profeta Isaías que dice que el niño que va a nacer es llamado príncipe de la paz y padre para todos, viene romper la soledad y la sensación de orfandad. Es contradictorio, porque es un niño que nace pero que tiene actitud de padre que hace que no nos sintamos huérfanos“.