Para reflexionar, un emotivo homenaje a 80 años de la Noche de los Cristales Rotos

El andén de un tren, un suelo colmado de huellas de pies y manos, la estrella amarilla que los judíos portaron durante la Segunda Guerra Mundial para ser identificados, cientos de nombres de personas y de los campos de concentración escritos en un muro color gris, los clásicos trajes a rayas que utilizaron en el holocausto y rostros de desesperación de personas judías, eso es lo que se puede observar en la obra que recuerda el genocidio ocurrido a finales del 30 y comienzos del 40 cuando miles de personas de origen judío fueron asesinadas en la Alemania nazi.

Y en ese monumento, ubicado en una de las esquinas de la plaza del Bicentario, se conmemoró el 80º aniversario de la Noche de los Cristales Rotos. Ese día, fue cuando comenzó el estallido de violencia en Alemania y Austria donde “cientos de personas salieron a las calles, detuvieron gente, destrozaron los cristales de comercios de propiedad de gente judía, incendiaron las sinagogas y fue el inicio de lo que era una advertencia de lo que podía pasar y, lo más trágico, fue que el mundo se detuvo indiferente”, según contó en su discurso Mario Siere, presidente de la sociedad israelita de la provincia.

Siere, destacó que ese lamentable episodio que forma parte de la historia mundial podría haber sido evitado o, al menos, distinto, si los ciudadanos hubieran reaccionado. Es por esto que cree que se debe educar a los jóvenes para que conozcan la historia y “nunca vuelvan a repetirse estos hechos”.

“Este espacio para pensar tiene que ver con una consecuencia propia de lo que ocurrió hace 80 años que es la indiferencia, todo el mundo tomó conocimiento de lo que había pasado en Alemania y en Austria. Todos se enteraron de cómo el conjunto movilizado por la policía y grupos de acción, secuestró, asesinó y destrozó toda la dinámica de la vida judía, como se incendiaron las sinagogas, como se violentaban los cementerios y el mundo no hizo nada”, dijo al remontarse a lo vivido. “Los diarios lo comentaban, lo reflejaban pero la indiferencia seguía siendo la regla”, añadió.

Luego, Siere destacó que se debe trabajar contra la indiferencia, debe haber “un accionar que nos implique pensar el presente y proyectar el futuro”. “Nadie puede dejar de olvidar lo que pasó porque negar lo ocurrido, invisibilizar las tragedias, no nos hace más fuerte, sino que, nos debilitan como sociedad”, sostuvo. Por eso, dio a conocer que el encuentro llevado a cabo es “para pensar, proyectar y educar para que generaciones futuras entiendan lo que ocurrió y que nunca más debe repetirse”, reflexionó.

En ese sentido, destacó el accionar del recientemente fallecido Mario Pérez, el artista que fue el autor de la obra en la que se realizó la conmemoración. “Donde estamos reunidos es una construcción que surge de él, no era judío, ni siquiera tenía ascendencia pero entendió el mensaje que debía transmitirse”, expresó al concluir su discurso.

Es por eso que, estuvo presente la familia del reconocido artista. Una de sus hijas, brindó unas palabras en las que sostuvo que Pérez “amaba lo que hacía, era un apasionado de la vida, del arte de su familia”. Posteriormente, hizo referencia al monumento en el que se llevó a cabo el acto: “A esta obra en particular la quería muchísimo, tenemos muy presentes los momentos en los que dibujaba y, en cada reunión familiar, comentaba de que se iba a tratar esto, la idea, cada elemento y qué significaba, nada estaba puesto porque sí”, manifestó una de sus hijas.

Franco Aranda, intendente de Capital, reconoció las palabras de Siere y apuntó a que la historia es fundamental y, principalmente, es “que las futuras generaciones no olviden lo que pasó y que nunca más exista esta indiferencia que tuvo el mundo alguna vez”, analizó Aranda.

El sentimiento de la indiferencia que el mundo tuvo durante la Segunda Guerra Mundial también formó parte de las palabras que mantuvo con este medio Víctor Kovalsky, secretario general de la Sociedad Israelita: “Hay que tener fresca la memoria y recordar esto para que, cuando notamos que algo se está desviando de la línea y se asemeja a lo que ocurrió, hay que estar atentos, salir y actuar”, sostuvo. Agregó que, con estas conmemoraciones se trata de “recordar y tener memoria porque la gente que no tiene memoria no tiene futuro tampoco”, concluyó Kovalsky.