Cómo se vive la pobreza desde la mirada de la Iglesia sanjuanina

El INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) publica este jueves su informe semestral de pobreza e indigencia. Los datos que se presumen que se encontrarán en trabajo estadísticos no son muy alentadores.

Es que se estima que superará el 30%, cuando en marzo que se publicó el anterior registro llegó al 25,7%. Pero no sólo esto desalienta sino que también se acercará al máximo registrado de los últimos diez años.

Frente a la pobreza hay diversas organizaciones e instituciones que con su labor diaria buscan contrarrestar estos preocupantes índices. Una de estas instituciones es la Iglesia y para conocer cómo se vive la pobreza en la provincia desde la mirada religiosa DIARIO HUARPE dialogó con dos sacerdotes, Rodrigo Robles de la Parroquia Santos Cosme y Damián, y Rómulo Cámpora de la Parroquia Santo Domingo de Guzmán.

Ambos comentaron cómo transitan estos tiempos críticos y cómo guían no sólo espiritualmente sino ayudando con pequeñas acciones para que las carencias diarias sean menores.

El sacerdote Robles de la Villa San Damián, comentó que “hay dos datos que ayudan a vislumbrar la situación que atravesamos. Primero, abrimos a fines del año pasado un merendero con la participación de chicos y mamás de las zonas. Esto funciona gracias a la colaboración de la comunidad, conocidos de otros lugares, algunos comerciantes y de Cáritas que entregan mercadería para solventar la leche, jugo, productos de panificación”

Este merendero recibe a más de 30 personas los martes y jueves, aunque hay días que se suman más familias a compartir una taza de leche con galletitas.

“El otro dato es que desde Cáritas también nos ayudan con bolsones de mercadería para las familias. Son 20 bolsones para la villa y hay veces que se arman otros bolsones más cuando donan alimentos en las misas. Pero la verdad es que nos quedamos cortos, viene gente a pedir varios días a la semana, especialmente leche para los niños”, agregó Robles.

El apoyo que da la Parroquia Santos Cosme y Damián no sólo queda en lo alimentarios sino que en lo espiritual también se perciben las carencias de la comunidad. Al respecto, el párroco dijo “en las charlas se habla de la falta de trabajo y se pide para que cambie esta situación”.

Por último, Robles reflexionó que “siempre pienso en cómo hacer para que la situación deje de ser tan política y pensar más desde lo humano, nos tiene que afectar y doler que nuestro hermano la esté pasando mal”.

Por su parte, Rómulo Cámpora quien está al frente de la comunidad religiosa que asiste a la Parroquia Santo Domingo de Guzmán, en la localidad iglesiana de Rodeo le comentó a DIARIO HUARPE cómo se vive la pobreza.

“Es un área de frontera difícil se está percibiendo las necesidades básicas como alimento pero sobre todo en calzado. Tenemos roperos comunitarios, allí se distribuye calzado y ropa, también mercadería. Además, ya están funcionando algunos merenderos pero con el devenir del tiempo se van a incrementar más. Cáritas ayuda permanentemente”, expresó el sacerdote sobre cómo luchar con la crisis.

El principal problema en las zonas más alejadas es la indumentaria y el calzado. En este sentido Cámpora comentó “a lo largo del año hemos distribuido muchos abrigos”.

Sobre el pan de cada día, el párroco dijo que “la alimentación no es tan grave pero no deja de ser una alarma. Si bien la gente tiene sus huertas y animales de crianza, pero la crisis golpea de formas distintas y el poder adquisitivo se ha perdido muchísimo”.

A pesar de que la realidad económica no es la mejor, el sacerdote concluyó que “la sociedad sanjuanina es muy solidaria. Algo que ayuda a que las carencias se sientan menos”.