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Su hijo tuvo leucemia y ahora organiza una campaña de donación de médula ósea
Laura Molina hace dos años acompaña a su hijo Mateo en su lucha contra la leucemia. Junto al Iphem realizará el sábado próximo una colecta de sangre.
POR REDACCIÓN
El trasplante de médula ósea es la alternativa que diariamente cientos de personas en todo el país esperan para mejorar su calidad de vida y superar enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplástica, linfoma o mieloma.
Esto bien lo sabe Laura Molina, una mamá que desde hace dos años lucha junto a su hijo Mateo, de apenas 5 años quien fuera diagnosticado hace dos de leucemia. Movilizada por este hecho y por haber convivido con otros niños con la misma enfermedad mientras su pequeño cursaba el tratamiento en Mendoza, encabeza una campaña provincial de donación de médula ósea.
En diálogo con DIARIO HUARPE, Laura contó que “a partir de que mi hijo estuvo internado casi dos años, me tocó vivir con madres y chiquitos que necesitan un trasplante”.
Si bien Mateo no necesita por el momento la intervención, “como madre sé cuál es la necesidad y el ruego de que aparezca un donante compatible”, añadió.
Así surgió esta movida solidaria junto al Instituto Provincial de Hemoterapia (Iphem) que se realizará el próximo sábado 14 de abril en el Laboratorio Municipal de Santa Lucía, ubicado por calle Aberastain justo enfrente del municipio, de 8 a 13 horas. Los donantes deben tener más de 18 años, pesar más de 50 kilos y llevar el DNI.
“Se hace solamente una extracción de sangre. Además, lo que nos hace muchísima falta es que la gente se inscriba como donadora de médula ósea para futuras campañas”, afirmó Molina.
La historia de Laura y Mateo
Laura Molina narró la historia de su hijo. “A los tres años Mateo comenzó con un dolor fuerte en el talón. Después de visitar a varios médicos en la provincia, no lo podían diagnosticar y algunos me decían que sólo tenía mañas”, dijo.
Ahí decidió trasladarse hacia Mendoza y consultar un profesional allí. “Iba por dos o tres días para que me dijeran qué pasaba con mi hijo, y nos terminamos quedando casi un año después del diagnóstico de leucemia”, continuó Laura.
Luego del tratamiento de quimioterapia, Mateo se encuentra bien y no necesita el trasplante de médula ósea. De todos modos, sigue bajo tratamiento y los médicos calculan por lo menos tres años para poder darle el alta médica.
“Aprovechando que estoy mejor anímicamente y con más fuerza es que decido iniciar esta campaña”, culminó Molina.