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Provinciales > Buena noticia

Una buena noticia para Carlita, la niña con hidrocefalia

La noticia fue confirmada por su mamá Yanina Guzmán. El legajo fue aprobado en el IPV y sólo falta el llamado que le confirme fecha de entrega de la tan ansiada vivienda. "La felicidad es inmensa porque vamos a poder realizar la internación domiciliaria", explicó.

POR REDACCIÓN

18 de septiembre de 2018

Carlita Guzmán, una nena con hidrocefalia, recibirá una casa del IPV. La noticia fue confirmada por su mamá, Yanina. La misma contó su historia. Ella necesitaba una casa para mejorar su calidad de vida.

“Es una nena de 9 añitos que luchó toda su vida estando la mayoría del tiempo en los pasillos de Hospital Rawson (7 años). Un 16 de diciembre Carlita sufrió un paro cardiorespiratorio y terminó en terapia pediátrica, sumándose un diagnóstico nuevo. displasia pulmonar”, comenzó explicando la mamá de Carlita.

“Carla ya padecía hidrocefalia,  pubertad precoz y parálisis cerebral. Ella había llegado hasta acá, sólo por los cuidados que tuvo nos dijeron los médicos. La única esperanza era hacer una Traqueotomía y un botón gástrico, pero que si salía de las cirugías, sólo podría abandonar la terapia conectada a un respirador y con internación domiciliaria”, aclaró la mujer. “Pasamos un año en el nosocomio después de la operación  porque no teníamos un lugar con techo para llevar a mi hija”, expresó tristemente.

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Sin embargo todo cambiaría para la nena: Su mamá Yanina dijo: “Pero todo eso cambió hace un mes. Cuando nos llamaron desde Casa de Gobierno para confirmarnos de que tendríamos una casa para Carlita. Esa llamada vino desde la secretaria de Sergio Uñac”.

“La emoción es grande porque es algo que esperamos desde hace mucho tiempo. Nos dijeron que nos llamarían desde el IPV, eso pasó, presentamos los papeles, tenemos todo aprobado y ahora falta que nos confirmen fecha de entrega”, señaló emocionada luego.

“Hace mucho tiempo que esperábamos esto y cada vez se hacía más difícil. Hace 10 años que estaba inscripta en el IPV y la única esperanza que teníamos para mi hija era ir a una finca que había pedido prestado su abuelo”, concluyó.

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