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Una capilla en medio del desierto que vuelve a unir a Brochero y a Guayama

Un grupo de devotos levanta un templo para los laguneros que viven en Sarmiento. Brochero fue amigo de Guayama, quien lideró la "revolución lagunera".

POR REDACCIÓN

20 de marzo de 2019

En el corazón de las Lagunas de Guanacache se levanta una capilla en honor al Cura Brochero. La comunidad huarpe Aguas Verdes conoció hace poco la existencia del Santo. Sin embargo, lo que los conmovió fue saber la relación de amistad que tuvo el cura gaucho con Santos Guayama, bien conocido por los laguneros.

Que esta gente, que vive en el puesto Alto de Las Hormigas conociera la historia de Brochero y el vínculo que tuvo con el líder de la “rebelión lagunera”, tiene que ver con la visita que el grupo “Amigos de Brochero” hizo el año pasado a ese paraje de Sarmiento.

“Estábamos recorriendo el lugar en camioneta hasta que dimos con los laguneros. Entonces fue que les contamos la relación de Brochero con Santos Guayama. Así surgió la idea de levantar una capilla”, dijo Oscar Sánchez, quien agregó que los laguneros le dijeron: “si ese cura era amigo de Santos Guayama, entonces nosotros también”.

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Desde ese momento, el grupo comenzó a organizar caravanas mediante las que llevaron material para levantar la construcción.

La capilla ya está levantada y le falta el techo. La idea es ir en las próximas semanas para seguir llevando materiales que consiguen a través de donaciones.

En 1862, las Lagunas de Guanacache fueron foco constante de insurrección. Entonces, Santos Guayama tenía en vilo al gobierno Cuyano. El bandolero era conocido desde Córdoba hasta Salta. La rebelión ocurrió por el conflicto del agua, entre otras cosas. Brochero no desconocía este problema.

El cura y el bandolero

Para algunos, Santos Guayama era un forajido, para otros era un héroe. El gaucho pasó años huyendo porque Domingo Faustino Sarmiento había puesto precio a su cabeza.

Brochero siempre estuvo al tanto de los conflictos políticos. A pesar de la mala fama de Guayama, el cura cordobés le tenía estima y trató de ayudarlo. El Santo siguió de cerca su historia. En  1877, próximo a inaugurar la Casa de Ejercicios Espirituales en la Villa del Tránsito, actual Villa Cura Brochero, intentó convocar al gaucho que permanecía escondido en los montes.

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El caudillo aceptó la invitación con la condición de que le consiguiera un salvoconducto del Presidente de la Nación para no ser apresado. Pese a los esfuerzos realizados, Brochero no consiguió el indulto, sólo la promesa de Julio A. Roca de que el Gobierno no lo molestaría, pero esto no fue suficiente para que asistiera a los ejercicios. Guayama fue fusilado en 1879 y desde entonces adquirió caracteres míticos, y es objeto de culto popular en la región que habitó.

Los laguneros conocen bien la historia de Guayama y por la defensa que hizo del lugar, lo consideran casi un santo. Es por eso que al enterarse de la relación que hubo entre ambos hombres, no dudaron en prenderse a la propuesta que les hicieron para construir una capilla, que pronto verá la luz.

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