Mundo > Pánico en la noche
Dos muertos tras un tiroteo en un boliche alemán
A las víctimas fatales se le suman cuatro heridos. La policía, por el momento, descarta que sea un atentado. "No partimos de la base de que se trata de un acto de violencia terrorista", declararon.
POR REDACCIÓN
Un hombre abrió fuego en una discoteca de la ciudad alemana de Constanza en la madrugada del domingo. El agresor mató a dos personas e hirió a otras cuatro antes de ser abatido por la policía.
El agresor, de 34 años, “resultó gravemente herido en un tiroteo con agentes de la policía y sucumbió en el hospital”, indicó la policía.
La policía alemana señaló que no creía que el tiroteo tuviera una motivación “terrorista”. “No partimos de la base de que se trata de un acto de violencia terrorista”, declaró el portavoz de la policía local, Fritz Bezikofer. Según otra fuente policial, los hechos podrían estar relacionados con un “asunto sentimental”.
El agresor mató primero a una persona e hirió a otras tres en el interior de la discoteca, situada en una zona industrial de Konstanza, en el sur de Alemania, cerca de la frontera suiza.
Tras abandonar el local, fue alcanzado por las balas de la policía. En este tiroteo también resultó herido un agente de la policía, pero “su vida no corre peligro”.
Los disparos provocaron pánico entre los clientes de la discoteca. Algunos clientes huyeron y otros buscaron un lugar para esconderse en el interior. La policía desplegó un fuerte operativo en torno a este club nocturno, con fuerzas especiales de intervención y un helicóptero.
El atacante, un palestino de 26 años nacido en Emiratos Árabes Unidos, era un “islamista” en vías de radicalización y psicológicamente inestable, según las autoridades.
Alemania está en estado de alerta por amenaza terrorista desde el atentado yihadista perpetrado con un camión que dejó 12 muertos en un mercado navideño de Berlín en diciembre pasado.
Pero también ha sido golpeada por otros ataques sin relación con el yihadismo. Entre los recientes destaca un tiroteo en un centro comercial de Múnich que dejó 10 muertos, incluido el agresor, en julio del 2016.