Mundo > El mundo está indignado
Jerusalén, una ciudad invadida por Israel mucho antes del anuncio de Trump
La decisión de Trump de respaldar a Jerusalén como capital de Israel sólo vino a confirmar una realidad: que hace mucho tiempo el Estado israelí comenzó a ocupar ilegalmente un territorio que no le pertenecía.
POR REDACCIÓN
Donald Trump anunció hoy su decisión de trasladar la embajada de su país, Estados Unidos, desde la ciudad de Tel Aviv a Jerusalén. Esto viene a reafirmar lo que el presidente aseguró en el marco de la misma conferencia: que “es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel”. Hasta ahora, ningún otro país había osado incurrir en tal afirmación.
El de Jerusalén es uno de los territorios más ferozmente disputados del mundo. Es que la ciudad es sagrada para judíos, musulmanes y cristianos por albergar puntos clave para las tres religiones. Allí están la mezquita de la Cúpula de la Roca y la de Al Aqsa de los musulmanes, el Muro de los Lamentos -remanente del antiguo templo judío- y y el Santo Sepulcro de la religión cristiana.
Precisamente por eso es que en 1947, la ONU propuso una administración internacional de Jerusalén. Durante la guerra de 1967, Israel conquistó la zona oriental de la ciudad y la anexionó, en un paso no reconocido por la comunidad internacional.
Más allá de lo simbólico de la decisión de Trump, cualquiera que recorra las calles de Jerusalén puede ser testigo de que hace tiempo la ciudad entera fue ocupada por Israel. Los palestinos convertidos en ciudadanos de segunda clase son el reflejo más fiel de esta realidad.
El mundo desplegó indignación
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu llamó a la decisión de Trump un “hito histórico”. En un mensaje de video aseguró que cualquier acuerdo de paz con los palestinos debe incluir a Jerusalén como la capital de Israel e instó a otros países a seguir el ejemplo de Estados Unidos.
Sin embargo, el mundo respondió de otra manera. Desde los aliados franceses de Israel hasta el secretario general de la ONU, pasando por el líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas y numerosos líderes árabes, todos reaccionaron con indignación a la noticia. Es que una decisión de este tipo podría desestabilizar la región. La milicia Hamas, la organización que gobierna Gaza, declaró que esto “abre las puertas del infierno”.
Por su parte, 8 países exigieron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU que se realizará finalmente este viernes.