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Mundo > Siete años de conflicto

Siria, el campo de batalla del resto del mundo

A más de una semana del ataque que Estados Unidos, Francia e Inglaterra realizaron contra Siria, analizamos cómo están las cosas hoy.

POR REDACCIÓN

23 de abril de 2018

“Misión cumplida”, aseguró Donald Trump tras ordenar el pasado 14 de abril una operación militar contra Siria. Lo hizo en coordinación con Francia y el Reino Unido y, de nuevo, usó la carta de “castigo” contra un supuesto ataque químico del gobierno de Bashar al-Assad contra su propia población. El sheriff del mundo vuelve a meter la cola en Medio Oriente.

No se trata de un hecho aislado y por eso, tras siete años de conflicto, es un buen momento de mirar los hechos en perspectiva y realizar balances. Las guerras como las conocíamos han cambiado. Siria es un ejemplo de eso.

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¿Cómo empezó todo?

Al-Assad llegó al poder en el año 2000 tras la muerte de su padre, que reinó Siria durante 30 años. Hubo promesas de democratización, pero la restricción de libertades y la persecución a la oposición se volvieron moneda corriente.

En marzo de 2011, la detención y tortura por parte de las fuerzas de seguridad a un grupo de adolescentes que había pintado consignas revolucionarias, llevó a que los sirios salieran a las calles en distintas partes del país. Inspirados en la primavera árabe, las protestas duraron meses y la represión gubernamental fue brutal.

Un conflicto, muchas manos

No se trata de una historia de malos y buenos. Desde el principio, una de las aristas más complejas de entender es la división de la oposición. Es que no forman parte de un mismo grupo: lo único que tienen en común es el objetivo de derrocar al presidente Assad.

Como si esto fuera poco, el conflicto en Siria se convirtió en una “guerra subsidiaria”. Aludiendo razones humanitarias, potencias extranjeras se han involucrado en el conflicto tanto con ataques directos como subsidiando a grupos rebeldes en el terreno.

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Primero con el objetivo de acabar con las células del autodenominado Estado Islámico o ISIS y desde el año pasado alegando la existencia de supuestos ataques químicos del gobierno sirio contra su propia población, distintas potencias han realizado ataques con misiles hacia Siria. Decimos “supuestos” porque la guerra en Siria es también una guerra de la información en la que es muy difícil comprobar la veracidad de los datos, sobre todo cuando se ha vuelto casi imposible mantener a periodistas en el terreno y el flujo de la ayuda humanitaria, por falta de garantías de seguridad.

Lo cierto es que entre marzo de 2011 y marzo de 2018, se estima que se han provocado entre 400 mil y 500 mil muertes y la huida de más de 5 millones de personas, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Cuando esto termine, queda el desafío más complejo: la reconstrucción de todo un país que el mundo usó de campo de batalla.

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