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Tras los incidentes de los “chalecos amarillos”, Macron cambia el rumbo del país
Luego de un sábado negro que terminó con 1.700 detenidos y 264 heridos en todo el país, el presidente anunciaría medidas para enfrentar la crisis.
POR REDACCIÓN
Tras los violentos incidentes protagonizados por los “chalecos amarillos” en Francia y de un “sábado negro” que acabó con 1.700 detenidos y 264 heridos en todo el país, el gobierno anunciará medidas para enfrentar su mayor crisis.
El presidente francés, Emmanuel Macron “se dirigirá a la Nación” el lunes por la noche para anunciar “medidas concretas e inmediatas” para responder a esta crisis, según la ministra de Trabajo, Muriel Pénicaud.
Macron está poniendo a punto los anuncios que hará este lunes, que podrían contemplar recortes a los impuestos, aumento de subsidios y pensiones mínimas, renuncia a la ecotasa (el impuesto que grava las energías e industrias contaminantes del medio ambiente) o incluso la reorganización y la renuncia del gobierno del primer ministro Edouard Philippe.
El movimiento “chalecos amarillos” representa sobre todo a la población de clase modesta que considera que las políticas de Macron solo benefician a los ricos. Comenzó con manifestaciones por la suba de los impuestos a los combustibles, y se ha convertido en un movimiento popular frente a la pérdida de poder adquisitivo.
El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, manifestó que es una “catástrofe para los comercios, una catástrofe para nuestra economía” dijo tras cuatro sábados consecutivos de protestas.
El ministro dijo que la caída de la actividad es de al menos 15% en la gran distribución, y de hasta 40% para los pequeños comercios. En cuanto al turismo, las reservas para las vacaciones de Fin de Año retrocedieron en por lo menos 10%.
En cuanto a las manifestaciones del sábado, en total participaron 125.000 personas, 10.000 de ellas en París por lo que, en todo el país, se desplegaron 120.000 policías, gendarmes y bomberos.
“El espectáculo que dio París es catastrófico”, dijo Emmanuel Grégoire, adjunto de la alcaldesa parisina. Además, estas se extendieron también a Bélgica y Holanda.