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Productores de Pocito aseguran que pierden sus cultivos por agua de riego contaminada

El olor nauseabundo invade al periodista que recorre la calle David Chávez des­de calle 9 hasta 12 en Pocito. Es una de las fronteras del a­sentamiento David Chávez, ins­talado en el lugar desde ha­ce unos diez años. En los cuatro kilómetros que abarca, viven unas 200 familias, mu­chas de ellas “ilegales”, según aseguraron algunos vecinos.

POR REDACCIÓN

23 de abril de 2012

El olor nauseabundo invade al periodista que recorre la calle David Chávez des­de calle 9 hasta 12 en Pocito.

Es una de las fronteras del a­sentamiento David Chávez, ins­talado en el lugar desde ha­ce unos diez años. En los cuatro kilómetros que abarca, viven unas 200 familias, mu­chas de ellas “ilegales”, según aseguraron algunos vecinos. El problema más grave, según comentó Va­lerio Díaz, productor de la zona, es la falta de higiene de muchos de los habitantes y sus consecuencias dir­ectas. “Segura­mente na­die los va a sacar de allí, pero por lo me­nos que cumplan con las normas mínimas de limpieza”, contó.
Ninguna familia del asentamiento cuenta con cloacas ni pozos negros y todos los residuos sanitarios son arrojados al canal de riego. “Así perdemos todos nuestros cultivos de lechuga, espinaca, rosales, entre otros”, destacó Díaz.
“Esta verdura no la podemos comercializar, está echada a per­der y a nosotros quién nos devuelve lo que perdimos”, se preguntó el productor.
El foco infeccioso afecta a los vecinos de la zona, quienes se quejan de los olores que se incrementan los fines de semana.
Los productores efectuaron una denuncia a mediados de marzo en la secretaría de Am­biente y Desarrollo Susten­ta­ble para solicitar una solución inmediata, pero aún no recibieron respuestas.
Pequeña Salada pocitana
Según contaron otros vecinos que prefieren no revelar su i­dentidad, los sábados en la tar­de, muchos habitantes del a­sentamiento salen a la calle a vender ropa, discos y otra mercadería sin ningún tipo de control. Es que el go­bierno municipal no se procupa por interiorizarse respecto a las formas y me­dios de vida de la población de ese sector y, por ende, tampoco por aportar medios para que la comunidad tenga otra fuente de vida.
“Esto es terreno liberado en to­do sentido”, aseguran los po­bladores.
DIARIO HUARPE intentó co­municarse con autoridades mu­nicipales, pero no dieron respuestas.

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