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El dueño del boliche “Quattro” quiere reunirse con los vecinos de la zona

Luego de la nota publicada el lunes pasado en la que los vecinos del Acceso Sur se mostraban defraudados con el municipio de la Capital por la apertura de otro boliche en la zona, la repercusiones llegaron.

POR REDACCIÓN

30 de julio de 2014

“Yo solo les digo”, le manifestó a DIARIO HUARPE, Mariano Graffigna, propietario del Boliche Quattro, “que nosotros tenemos una forma de trabajo que se diferencia de todos los que se dedican a esto”, y luego continuó “por empezar, nosotros tenemos todo en regla y el local que hemos alquilado tienen una habilitación para este uso desde el año 94. Además nosotros trabajamos en otro segmento social de los boliches que están cerca nuestro”.

Graffigna asegura que nunca donde ellos antes estaban sucedió nada que ocasionara malestar en la gente que vivía cerca, por el contrario siempre tuvieron una muy buena relación.

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“Yo entiendo las que­jas de los vecinos de la zona, y por eso no tengo problemas de que nos reunamos para dialogar. Nosotros trabajamos con seguridad privada y si tengo que poner personal en las calles no tengo problemas en hacerlo, aunque no me corresponde porque eso le corresponde al municipio por ser público”.

El propietario del nuevo boliche en la zona se comprometió a dialogar para abordar el tema con los dueños de los otros dos locales bailables en la zona (Mankewe y Luna Morena) y a buscar un punto de encuentro con los vecinos de la zona.

“Reitero, no tengo ningún problema en que nos juntemos con los vecinos y dialoguemos qué quieren porque nosotros los entendemos y queremos el bienestar de ellos, pero nosotros queremos trabajar”, sentenció.

Malestar vecinal

Desde hace años los vecinos de la zona le vienen pidiendo al intendente Lima que clausure los dos boliches ya existentes en la zona por no cumplir con las normas de convivencia. Pero el funcionario no solo no ha respondido al perdido, sino que ahora habilita otro en la zona.

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Los vecinos denuncian que cada noche en la que funcionan estos boliches, hay picadas de autos, peleas ca­llejeras, escenas de sexo ex­plícito en las puertas de las casas, rompimientos de verjas, veredas, canastos de la basura, y al otro día vómitos y hasta materia fecal humana en las veredas

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