Por las lluvias, el techo cedió y espera la ayuda que le prometieron

Vive desde hace varios años en una precaria vivienda en la Villa Obrera, está sola, no tiene trabajo, y si se lo ofrecieran tendría que rechazarlo porque no podría dejar solos a sus hijos.

“No tengo a nadie que me dé una mano”, le dijo a DIARIO HUARPE María, “soy sola y vivo como puedo”, agregó.

El ranchito es de adobe. Tie­ne dos ambientes; uno donde comen y está la cocina, y el otro -la habitación- con dos camas donde duermen los seis. No tienen baño y hacen sus necesidades en una especie de letrina.

“He ido varias veces al municipio a pedir ayuda pero dicen que van a venir y nunca vienen”, dijo María. “Yo ya no sé qué hacer porque lo poco que me entra no me alcanza y menos para hacer los arreglos que la casa necesita”, agregó.

Con las tormentas que hicieron estragos en San Juan en febrero, uno de los palos del techo de caña y barro cedió (foto) y desde esa fecha lo viene sosteniendo con otro que plantó, a modo de cuña, pero no sabe hasta cuándo puede aguantar el peso.

“Con la lluvias se me mojó todo”, siguió contando Ma­ría, “esto era un barrizal, con decirle que parecía que llovía más adentro que afuera. Ahí también fui a pedir ayuda al municipio y también me censaron, mire cómo estamos”.

María Jesús Carpio vive con sus cinco chiquitos en la calle El Cosechero 6413, al costado de la escuela República Argentina de la Villa Obrera en Chimbas. No tiene teléfono, por lo tanto la única forma de contacto con ella es ir por el lugar.

“Yo estoy siempre acá, y si salgo es por un ratito para hacer alguna compra para la comida o para llevar los chicos a la escuela”, dijo María.

Ojalá que las autoridades competentes escuchen y se hagan eco de este caso, porque hay cinco chiquitos que están viviendo en la indigencia total.