Asentamiento en Capital
Incertidumbre en el Santa Bárbara por la erradicación que se viene
POR REDACCIÓN
“No sabemos qué va a pasar con nosotros”, empezó diciendo una de las mujeres del asentamiento que no está en la lista de erradicación. “Algunos no han dicho que nos van a volar las casas, y otros que nos van a dejar hasta la próxima erradicación. Hemos intentado hablar con las autoridades del IPV, el Ministerio de Desarrollo Humano y del Municipio, pero nadie nos atiende”.
Las 26 familias que no han recibido la notificación de erradicación imploran certezas, porque a partir de ellas podrán planificar sus vidas.
“A mi una secretaria del IPV me dijo que no nos van a sacar, pero ella no es una voz oficial”, dijo otra vecina “Pero si no es así, en unos días nos hacen volar a todos y nos quedamos con lo puesto, porque no tenemos dónde caernos muertos”.
Las promesas que nunca llegan
El asentamiento Santa Bárbara se formó hace casi 4 años en un terreno privado. En un principio usurparon las tierras 16 familias y luego el número fue creciendo hasta alcanzar el número total de 42. Según los vecinos todos están inscriptos en el IPV, pero no todos están censados como habitantes del Santa Bárbara.
“El Censo se hizo al segundo año de que se formó el asentamiento, pero después los asistentes sociales no volvieron” contó otra vecina “Solo en campaña el ex ministro Allende (por Walberto, actual diputado Nacional) nos prometió que nos iban a censar a todos y todavía lo estamos esperando”.
Rumor que preocupa
Otro de los rumores que andan dando vueltas por el asentamiento es que los ranchos de las familias que van a ser erradicadas, los van a dejar parados.
“Si es así y a nosotros no siguen dejando acá; se nos va a presentar un problema bárbaro”, dijo otra de las vecinas
“Porque, ya hay algunos que están ofreciendo los ranchos para que se asienten otras familias con necesidades de viviendas, y eso nos va a quitar posibilidades de erradicación a futuro”.
Una vida indigna
La mayoría de las familias no tienen baños sino letrinas. Tienen luz y agua porque están enganchados a otros. Viven rodeados de mugre que arrojan a los baldíos de los alrededores. Los olores son insoportables.
“Estamos acá porque no nos queda otra”, dijo uno de los jefes de familia “y soñamos con criar a nuestro hijos en barrios y en condiciones dignas. Por ahora solo tratamos de darle lo mejor y lo que podemos”.
Entre las familias que no serán erradicadas hay en promedio total de 70 niños de diferentes edades.
Los pedidos en limpio
Los que no están en las listas para la erradicación, piden:
1- Que no se los saque del terreno, porque no tienen dónde ir.
2- Que los ranchos donde viven las familias que van a ser erradicadas los tiren abajo, para evitar nuevas ocupaciones.
3- Que los censen a todos como habitantes del Santa Bárbara, porque llevan años esperando vivir dignamente.