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A partir de diciembre

Argentina renunciaría al UNASUR

Mauricio Macri cree que el organismo ya no tiene razón de ser por los reparos que imponen los países del ALBA a los proyectos de infraestructura y al candidato a secretario general que propuso el país.

POR REDACCIÓN

13 de diciembre de 2017

Ya casi está decido. El presidente Mauricio Macri evalúa que la Argentina renuncie a la Unasur y se aleje de uno de los bloques regionales de mayor sesgo ideológico de tono chavista que existe actualmente en América del Sur.

Todo indica que para el 29 de diciembre el gobierno argentino presentará su planteo de renuncia a la Unasur cuyo proceso de salida definitiva puede demorar hasta 6 meses.

Pero el efecto político en la región podría ser muy fuerte: esta decisión podría generar un rebote en otras administraciones enfrentadas con los países de izquierda nucleados en el ALBA que tienen desde hace muchos años un manejo bastante controlado de la Unasur.

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Los motivos por los que Macri cree que “el tiempo de la Argentina en la Unasur está agotado” son muchas.
Por empezar, los países del ALBA que integran Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia se opusieron a la candidatura de José Octavio Bordón que propuso la Argentina como secretario general de este bloque regional. A la vez, como presidencia pro témpore de la Unasur este año la Argentina había propuesto un plan de acción con proyectos de infraestructura, interconectividad, acuerdos comerciales y otros esquemas de confluencia regional que quedaron frenados por la oposición acérrima de los países de tinte chavista.

Por otra parte, al menos tres funcionarios de jerarquía del Gobierno admitieron que el bloqueo de Venezuela y Bolivia a las propuestas de la Argentina y de otros países alineados con Macri generó una suerte de “parálisis” de la Unasur. Esto significa que no hubo en este último año avance en materia de proyectos de infraestructura o de coordinación de tareas ante crisis políticas concretas como la situación de Honduras o Ecuador, mucho menos de Venezuela.

A su vez, la Unasur tiene graves problemas en estos momentos de carácter administrativo ya que hay retrasos en el pago de los empleados burocráticos apostados en la sede central en Quito y los proyectos de producción comunes están archivados.

La primer escalada de confrontación que tuvo Macri en la Unasur fue a principios de este año, cuando la Argentina asumió la presidencia pro témpore y propuso a Bordón para la secretaría general de ese bloque. Los países del ALBA plantearon que como Bordón no era un ex canciller o un ex presidente sería vetado. Así, no se logró el consenso necesario para imponer el secretario general.

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Los vetos posteriores a los proyectos de infraestructura y la falta de avances concretos en la Unasur terminaron por decidir a Macri de la conveniencia de salir.

El tema se está analizando en estas horas en la Casa Rosada y es muy probable que la renuncia al bloque se formalice a fines de mes. Luego se deberá transitar un período de 6 meses para concretar el hecho ya que la Argentina debe ponerse al día incluso con las cuotas mensuales que hacen al sostén burocrático de la Unasur.

UNASUR

La Unasur se creó el 23 de mayo de 2008, cuando se aprobó el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, en el cual se designó como sede permanente de la Secretaría General a Quito y del Parlamento a Cochabamba, Bolivia.

En sus inicios este bloque de países de América del Sur buscó ser una suerte de contrapeso de la OEA y estaba en sintonía con la ola de izquierda que imperaba en gran parte de los países de la región donde el venezolano Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Evo Morales, Dilma Rousseff y Rafael Correa llevaban la delantera.

Pero los tiempos han cambiado y ahora el esquema ideológico de la región está más fraccionado. La duda es si la decisión de Macri puede generar o no un efecto dominó imposible de frenar.

FUENTE: INFOBAE
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