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A dos años del caso

Condenan a 21 años de prisión al femicida del caso que originó #NiUnaMenos

La adolescente Chiara Páez, quien estaba embarazada, fue asesinada a golpes por su novio en la localidad santafesina de Rufino.

POR REDACCIÓN

08 de septiembre de 2017

Un joven de 19 años fue condenado por la Justicia de Menores de Santa Fe a una pena de 21 años de prisión, acusado del femicidio de su novia Chiara Paéz, la adolescente de 14 años de la localidad santafesina de Rufino asesinada a golpes el 10 de mayo de 2014, y cuyo crimen motivó la primera marcha del #NiUnaMenos, informaron fuentes judiciales.

El juez de Menores de Venado Tuerto, Javier Prado, fijó la pena contra Manuel Ignacio Mansilla (18) en 21 años y medio de prisión al considerar “espeluznante” el homicidio y señalar “la falta de un sincero arrepentimiento” del joven quien, precisó, “no evidencia culpa o sufrimiento”.

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Mansilla había sido encontrado penalmente responsable del femicidio de su novia en julio del año pasado por el juez Adrián Godoy, pero como se trataba de un menor de edad, se difirió dar el monto de la pena hasta cuando cumpliera los 18 años.

La resolución del juez Godoy fue confirmada en abril pasado por la Cámara de Apelaciones y ahora el juez Prado estableció en 21 años y medio de prisión la pena a cumplir, luego de descartar por inconstitucional el pedido de la Fiscalía de reclusión perpetua.

Verónica Camargo, la madre de Chiara Páez, dijo hoy que “es un día muy especial, lleno de emociones y sensaciones” y coincidió con el juez en que Mansilla “sigue con la misma frialdad” como cuando mató a su hija.

Según la resolución, el juez sostuvo que “Mansilla mató a Páez despreciando su condición de mujer y conociendo de su embarazo”.

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Prado dio por probado que Chiara murió como consecuencia de los golpes que le dio su novio, “en un contexto de violencia de género, mediante una conducta que sin dudas ha importado el ejercicio de violencia contra la mujer”.

El fiscal del caso anunció que apelará la resolución, por cuanto el magistrado rechazó el agravamiento de la pena por el vínculo de pareja entre ambos.

El caso

Chiara fue asesinada a golpes. Había sido vista por última vez el domingo 10 de mayo de 2015, alrededor de la 1.30, en las inmediaciones de la escuela de Educación Técnica Nº 286, cuando iba a la casa de unas amigas, con quienes nunca llegó a encontrarse. Los familiares y amigos, junto con la policía y los bomberos, buscaron a la adolescente por toda la zona ese domingo. Su cuerpo apareció enterrado en la casa de los abuelos de su novio.

Según la autopsia, la joven además estaba embarazada y tenía restos de Oxaprost-antiinflamatorio usado para abortar- en su cuerpo. Ese domingo, mientras los familiares de la joven, pobladores, y fuerzas de seguridad, realizaban rastrillajes para dar con su paradero, en la casa de Manuel se realizaba un asado, a metros donde estaba enterrada la adolescente. Esos detalles encendieron la ira de los familiares y amigos de la víctima.

Minutos antes del hallazgo del cadáver, Manuel se presentó junto con su padre Rubén Mansilla en una comisaría local, donde confesó haber perpetrado el asesinato y quedó detenido. También se investigó a Mansilla, porque se creía que él también sabía de la muerte de Chiara y encubrió a su hijo.

El homicidio de Chiara fue el disparador de la convocatoria el 3 de junio de ese año de las marchas que se hicieron en todo el país bajo la consigna Ni una menos, que dejaron al descubierto el profundo problema de los femicidios: 286 víctimas de femicidio en 2015. “Da mucha impotencia ver que después del crimen de Chiara siguen matando a chicas como si no pasara nada”, sostuvo el papá de la víctima.

Fuente: La Nación.

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