Una policía embarazada mató a un motochorro que asaltaba a un chico

Estaba en una parada de colectivos de Temperley cuando observó cómo dos motochorros asaltaban a un chico. Pese a estar de licencia en la Policía de la Ciudad por un embarazo de riesgo, la oficial llevaba encima su arma reglamentaria. Y cuando quisieron asaltarla, no dudó en enfrentarlos. Uno de los ladrones murió y el otro fue detenido.

Todo ocurrió este lunes, alrededor de las 23, en Dinamarca al 3.300, en el barrio San José del partido de Lomas de Zamora. La oficial primero de 28 años, que presta servicio en la División Subterráneos de la Policía de la Ciudad, estaba con su cuñada de 16 años esperando el colectivo.

La policía, que se encuentra de licencia porque cursa un embarazo de tres meses considerado de riesgo, estaba vestida de civil y portaba su pistola reglamentaria calibre .9 milímetros.

Desde la parada de colectivos vio cómo dos delincuentes a bordo de una moto Honda Tornado blanca y negra asaltaban a un chico de 18 años.

No contentos con robarle una mochila al chico, los motochorros también le cruzaron la moto a la oficial y a su cuñada.

La policía se identificó y les ordenó que se tiraran al piso. Fue entonces que uno de los asaltantes la apuntó con un arma de fuego y le disparó.

La respuesta de la policía fueron al menos cinco disparos: el ladrón que manejaba la moto se desplomó en el piso, mientras que su cómplice huyó corriendo del lugar.

Esto fue visto por el chico de 18 años al que habían asaltado previamente, quien junto a dos amigos y un grupo de vecinos atraparon al ladrón que escapaba.

Justo un patrullero de la comisaría 6ta. de Lomas de Zamora que había respondido al alerta al 911 de la oficial embarazada, se cruzó con los vecinos que retenían al ladrón.

El delincuente estaba herido: durante el enfrentamiento con la policía había recibido tres disparos en la pierna derecha y otro en uno de sus brazos.

Lo que nunca le encontraron fue el arma. No saben si se la sacaron cuando lo atraparon los vecinos o la descartó cuando huía. Pero lo cierto es que hay un testigo que presenció cómo le disparaban a la policía que indicó que el arma existía.

Por lo pronto, el detenido fue identificado por la policía como Claudio Carlos Gómez (27). Mientras que su cómplice, que murió en el lugar del tiroteo, aún no pudo ser identificado.

Según los médicos policiales que observaron el cadáver en la escena del crimen, tenía siete orificios de bala, sin precisar cuántos eran de entrada y cuántos de salida.

Gómez, el cómplice del ladrón muerto, fue trasladado al Hospital Gandulfo donde, tras pasar unas horas internado, fue dado de alta porque las heridas eran todas superficiales. Ya está a disposición de la Justicia: el fiscal Nicolás Espejo, de la UFI N°7 de Lomas de Zamora, lo acusan de “robo agravado por el uso de arma de fuego”.

La oficial primero de la Policía de la Ciudad fue notificada por el fiscal de la acusación que pesa sobre ella, “homicidio en ocasión de robo”, le secuestraron el arma para pericias y quedó en libertad.

Fuente: Clarín