Llamado Extorsivo: la desesperación a flor de piel

Pasadas las 15 de ayer un hombre se hizo pasar por un tío de la familia Manrique de la villa Santa Filomena de Capital y dijo que cuatro sujetos lo estaban apuntando con armas de fuego y le exigían $10.000 para que no lo maten. La familia comenzó a reunir el dinero para llevarlo a Ignacio de la Roza y Calìvar, en Rivadavia donde le dijeron los delincuentes que lo dejen en una bolsa roja. Los Manrique lograron reunir 6.000 pesos y se disponían a llevarlo cuando otra familiar sugirió llamar a la policía. Luego de un rápido operativo de la fuerza de seguridad se logró detener a una pareja.

Esta situación sucedió ayer y encendió la luz de alarma en los sanjuaninos. Es por eso que DIARIO HUARPE consultó a varias personas que sufrieron con esta modalidad para que cuenten su experiencia.

En 2010, Jorge Laciar, recibió una llamada que metía miedo. Un hombre del otro lado le decía que tenía cautivo a su hijo de 15 años y para dejarlo en libertad tenía que pagar un rescate de $3.000. “En primer momento me desesperé y le dije que si, que pagaba lo que me pedía. Luego traté de comunicarme con mi hijo y al no poder me llene de miedo. Todo duró media hora, pero por suerte cuando volvió a llamar este sujeto, mi hijo regresó a casa”. Además agregó que “uno se desespera, pero como consejo digo que hay que hacer todo lo contrario”.

Otros de los casos fue el de Leonor Campos, quien en 2012 recibió un llamado para decirle que su hermana estaba secuestrada y a cambio le reclamaban un pago de $4.000. “Nos pidieron la plata y nos dijeron que alguien la iba a buscar en la puerta de mi casa, pero que no teníamos que dar aviso a la policía. Cuando pasaron por la plata, notamos que el chico estaba muy nervioso y cuando lo increpamos tiró la bolsa y se dio a la fuga. Tuvimos suerte porque al mismo tiempo llamó mi hermana para saber porque le mandábamos tantos mensajes”.

Otra de las farsas telefónicas le sucedió a un padre que tiene 4 hijos, uno de ellos llamado Andrés. Este hombre recibe un llamado a la 1 de la mañana que decía: “Papá soy Andrés, estoy en el hospital y necesito que vengas así me traes plata para los remedios que me han recetado. Necesito mil pesos”. El hombre de 55 años dudó y se fue a la pieza del hijo y no lo encontró, pero al salir al patio lo encontró allí. El hombre de inmediato le dijo al sujeto del teléfono, “bah pero si estás frente a mi, Andrés” y el tipo desde el otro lado lo insulto y luego cortó.

En todos los casos se descubrió el engaño aunque al no dar aviso a la policía, por miedo a que pase algo, no se logró dar nunca con los extorsionadores.