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Guardavidas del Pinar salvaron de morir asfixiada a una beba de 8 meses
Todo ocurrió en apenas un minuto y medio, según relataron quienes lograron salvar a la menor y luego la acompañaron junto a su familia hasta el hospital.
POR REDACCIÓN
El hecho ocurrió este domingo en el Camping El Pinar de Rivadavia, una bebé de 8 meses había sido dejada sobre una frazada y en un descuido la nena se introdujo una pelotita, fruto de un árbol, sin que nadie en su familia se dé cuenta de la situación.
La abuela de la niña notó que la bebé no respiraba y de inmediato pidió ayuda a los guardavidas del complejo. Fue entonces que de inmediato varios de los nueve especialistas que hay en el lugar se pusieron a trabajar realizando ejercicios de reanimación y masajes, aplicando técnicas específicas para una víctima de esa edad, logrando un resultado positivo.
Sin saber qué es lo que estaba causando la obstrucción aérea y con la nena tomando un color oscuro por la asfixia y al borde de un paro cardiorespiratorio, se le practicó la maniobra de Heimlich, que consiste en presionar la parte superior del abdomen y masajes cardíacos y así lograron despejar la vía respiratoria y la niña comenzó a respirar y a recuperar su color natural.
Se solicitó el traslado siguiendo el protocolo establecido y en una movilidad del Municipio de Rivadavia preparada para este tipo de situaciones, la pequeña llegó al Hospital Marcial Quiroga donde se le realizó todo tipo de controles determinando que la menor de apellido Pérez de 8 meses de edad oriunda de la provincia de San Luis, estaba fuera de peligro.
Luego de unas horas en observaciones fue dada de alta. Con una tomografía se estableció que la obstrucción había descendido hacia la zona estomacal y será evacuada. La abuela que detectó el problema de la niña se llama Marcela Pérez, también de la provincia de San Luis.
Los guardavidas que intervinieron son Roberto Rodríguez, quien estaba de reemplazo de uno de sus compañeros, José María Nart, Pilar López, Nicolás Escales y Leandro Reinoso, el resto de los rescatistas siguieron con su trabajo de control en la pileta, y luego de despejarla se quedaron por espacio de una hora para evitar que alguien reingrese, según informaron.