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Los vecinos de Capital bocharon la gestión de Aranda
Cerca de la mitad opinó que es “mala”, lo que hundió su diferencial a más de 20 puntos negativos. Lo que más le critican es el estado de las calles y la limpieza.
POR REDACCIÓN
Conduce el departamento más importante de la provincia y en los comicios de este año juega sus fichas a conseguir la reelección, aunque la mirada de los vecinos no lo favoreció en la Megaencuesta que hizo DIARIO HUARPE en Capital. Casi un 50% de los consultados reprobó la administración municipal de Franco Aranda, contra sólo un poco más del 25% que le puso una “buena” nota.
Aranda transita su primer mandato y en su objetivo de quedarse cuatro años más en el sillón de intendente, se topa con un adversario interno en el Frente Todos. Se trata del uñaquista Emilio Baistrocchi, con quien medirá fuerzas en las primarias del próximo domingo por el traje de candidato del oficialismo para competir en las elecciones generales de mitad de año.
Según la Megaencuesta, un 48,7% de los capitalinos calificó de “mala” la gestión del actual intendente. En segundo lugar quedó el lote de los que la califican de regular (25,9%) y los que sostienen que está haciendo las cosas bien terminaron en último lugar, con un 25,4% (Ver Infografía).
Al contrario de lo que pasó con algunos jefes comunales que no superaron el 50% de aprobación, el extitular de Anses estuvo lejos de poder equilibrar las cosas. Si se traza una comparación entre los que lo bocharon y los que lo aprobaron, arrastra un saldo negativo de 23,4 puntos.
Aranda tuvo un retroceso pronunciado en relación a 2017. Este diario hizo la misma medición ese año y arrojó que un 36,8% de los capitalinos estaba de acuerdo con el manejo del municipio y nada más que un 21,9% lo cuestionaba.
Para los vecinos, lo “mejor” de la gestión es el servicio de iluminación (25,3%) y la limpieza (24,6%). El ránking de lo “peor” es encabezado por el estado de los pavimentos de las calles municipales (28,2%) y en segundo lugar, la limpieza (20,5%).
En el desagregado, Aranda tiene más apoyo entre los jóvenes de entre 16 y 24 años y quiénes más lo critican son los adultos que van de los 40 a los 55 años. Si la división se hace teniendo en cuenta el sexo, el nivel de rechazo es un poco mayor entre los hombres.