Sprint final: intentos de última hora, cierres y a reflexionar

Calculadora en mano o testeando sensaciones cara a cara, los precandidatos para las PASO tienen por delante sólo un puñado de días más para hacer los últimos movimientos para convencer a los electores. El próximo domingo enfrentarán la prueba del cuarto oscuro y hasta entonces se espera una semana agitada, con lluvia de spot, caminatas pendientes, alguna que otra acción política para intentar generar un efecto sorpresa antes de que suene la campana y reuniones que se multiplicarán para terminar de ordenar la tropa. Todo antes del cierre de campaña y la veda que paralizará las cosas, aunque no tanto, en las primeras horas del viernes.

Contando desde este lunes, a las 8, quedan 96 horas de campaña electoral formal. Cada cuál sabe cuánta intensidad debe imprimir para intentar un golpe de efecto que cambie el destino sobre el final o mantener las aguas quietas porque la coyuntura lo favorece. Lo saben o, al menos, lo creen cuando repasan los números que les presentan o soplan los encuestadores.

Hay ejemplos y muchos. Un opositor que percibe que va perdiendo su interna les pidió a sus operadores que busquen algo para anunciar o una herramienta de campaña que haga repensar a los vecinos convencidos y que acapare la atención de los indecisos. En el búnker de su adversario se escuchó todo lo contrario el viernes: “Sigamos así, para esta venimos arriba y si pasamos, para la general hay tiempo”.

En términos genéricos, sin entrar en particularidades de los 19 distritos, los que están en el poder llevan más de 3 años de exposición y su caudal electoral, puntos más o menos, se supone que se encuentra en su cota máxima. Los que quieren arrebatarles el lugar, sobre todos los de menor nivel de conocimiento, tal vez tengan más posibilidades de crecimiento a esta altura.

Los partidos y frentes ajustan por estas horas los detalles de lo que organizaron para bajarle el telón a la actividad proselitista. En los más importantes, por estructura, antecedentes y chances, según revelan las mediciones, está casi todo listo. Con Vos, que lleva como precandidato a gobernador a Marcelo Orrego, cerrará la campaña el jueves en la noche con un acto en el local de avenida Central. Todos, con Sergio Uñac por la reelección, aún no definía, pero todo indica que habrá una gran convocatoria para el mismo día en la sede de calle 25 de Mayo.

Las naves se deben quemar antes del viernes a las 8, cuando queda prohibida cualquier actividad electoral. La veda arranca 48 horas antes del inicio de la votación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y el objetivo que persigue es, en la teoría, abrir un breve periodo de tiempo para que el elector reflexione el voto, piense a quién va elegir sin el bombardeo de estímulos que lanzan los precandidatos.

Es casi ingenuo pensar en un electorado aislado. Los ejércitos partidarios usan las liberadas redes sociales para seguir el bombardeo. Y en terreno, los repartidores de votos caminarán hasta el final.

Puertas hacia adentro, un tema no menor. Todavía con un sistema de votación muy vulnerable en prácticamente todo el país, los controles son clave. Las fuerzas políticas trabajan a destajo para  conseguir fiscales y cubrir el domingo más de 1.600 mesas.