Boca no pudo con la Lepra en el arranque del torneo

Boca cayó de local ante Newell’s por 1-0 y sumó la segunda derrota consecutiva en lo que va de la temporada. Mauricio Tévez convirtió el gol para los rosarinos sobre el final del primer tiempo con un gran zapatazo que entró junto al palo derecho defendido por Orión.

El conjunto dirigido por Carlos Bianchi comenzó mejor el encuentro y poco a poco fue acorralando a su rival con una presión alta. En efecto, la primera situación de riesgo llegó con un quite de Fernando Gago en tres cuartos y un remate potente que se fue cerca del palo izquierdo. Pocos minutos después, Federico Carrizo exigió a Oscar Ustari, quien respondió con firmeza sobre el sector derecho.

Con el correr del tiempo, el partido fue entrando en una meseta, disputado en la mitad de cancha y con pocas ocasiones de peligro. Sin embargo, sobre el final de la primera parte Newell’s pisó el acelerador y logró marcharse al entretiempo con la ventaja. El gol llegó de los pies del juvenil Tévez, quien aprovechó una salida en falso de Hernán Grana y disparó cruzado contra el palo más lejano de Agustín Orión. Pocos minutos atrás, el ex defensor de All Boys había evitado la caída de su arco al despejar un remate de Claudio Corvalán sobre la línea.

El complemento mantuvo una dinámica similar a la de la etapa inicial con un Boca levemente dominante, jugando en campo contrario, y con un Newell’s expectante esperando la posibilidad de lastimar de contragolpe. Por esta vía, los dirigidos por Gustavo Raggio pudieron ampliar el marcador. Maxi Rodríguez desperdició dos oportunidades claras por impericias propias en la definición.

En el último cuarto de hora, la gente comenzó a impacientarse y Bianchi mandó a la cancha a Castellani, Fuenzalida y Chávez para tratar de inclinar la balanza y alcanzar el empate. No obstante, el conjunto de La Ribera no llegó a inquietar en demasía a su rival a pesar de algunas llegadas aisladas como un remate de larga distancia del jugador chileno y una volea de Emanuel Gigliotti.

De esta manera, Boca abandonó la Bombonera inmerso en un ambiente de preocupación. Al descontento de una parte de la hinchada por la salida de Riquelme no solo se sumó la prematura eliminación en la Copa Argentina, sino que ahora además se acumuló un difícil comienzo en el campeonato local.