Hoy el ministro Molina recibirá a Olga y el Intendente Mario Tello brilla por su ausencia
POR REDACCIÓN
Tras la publicación de ayer, en la cual se presentó el caso de Olga Ávila, los hilos comenzaron a moverse y el sueño de techo nuevo, antes de que llegue el frío, a materializarse.
En diálogo con DIARIO HUARPE, Olga confió que ayer recibió un llamado desde el Ministerio de Desarrollo Humano, para invitarla a reunirse con el ministro, Daniel Molina, hecho que se concretaría en la mañana de hoy.
“Me llamaron desde el Ministerio así que mañana (por hoy) voy para allá”, manifestó feliz Olga.
Si bien en el Ministerio no cayó nada bien saber que una de las personas que trabajan en la repartición tuvo una expresión desubicada hacia la mamá de los tres chiquitos (cuando ella había ido a consultar cómo tenía que hacer para que le cambiaran los palos que le habían llevado), la predisposición y compromiso a seguir ayudando está.
“Desde un principio nosotros le dimos respuestas a Olga”, dijo Molina, “y quiero que quede claro que nosotros le llevamos todos los materiales para que el municipio de Chimbas terminara la obra”, y luego agregó “pero no sabíamos que todavía no se hacía nada”.
Es preciso recordar que el incendio se produjo el 28 de noviembre del año pasado. El Ministerio de Desarrollo Humano, a los pocos días, asistió a la familia con camas, colchones, frazadas y todos los materiales para la reconstrucción del techo. Mientras que el municipio (que comanda Mario Tello), se comprometió a poner la mano de obra.
Según profesionales en la materia, la reconstrucción de la vivienda, podría haber demandado no más de un mes. Período que ha sido superado en tres si se tiene en cuenta el día del fatídico siniestro.
En 114 días los dos obreros que había afectado el municipio (y que ayer no fueron), sólo han colocado los hierros de una viga en la parte superior de la estructura tiznada. “Yo ya no sé que más hacer”, dijo desolada Olga.
Ayer, en reiteradas oportunidades, este medio intentó comunicarse con el intendente Tello para conocer los por qué de este triste y vergonzoso caso, pero, lamentablemente, la comunicación no se pudo dar.
De seguro en la jornada de hoy seguiremos intentando, confiados en que el desencuentro, haya sido casual.