El fenómeno de Bebé Reno (Baby Reindeer en inglés) sacudió a los espectadores desde su estreno en Netflix, convirtiéndose en una de las series más impactantes y cautivadoras de la plataforma. Sin embargo, su base en hechos reales desencadenó una serie de eventos que han puesto en tela de juicio la línea entre la ficción y la realidad.
La trama, centrada en la vida de Richard Gadd, actor principal, guionista y creador de la obra, generó un interés desbordante entre los seguidores de la serie. La curiosidad por conocer las identidades reales detrás de los personajes retratados llevó a una intensa búsqueda en Internet, algo que no fue bien recibido por Gadd y el elenco.
La situación tomó un giro inesperado cuando se abrió una investigación policial debido a las amenazas e intimidaciones que comenzaron a recibir algunos involucrados, en particular el director y humorista Sean Foley. La similitud física entre el actor Tom Goodman-Hill, quien interpretó al abusador en la serie, y Foley, así como la coincidencia en la profesión, desencadenaron especulaciones que lo señalaban como el verdadero abusador de Gadd.
La renuncia de Foley a su cargo como director artístico del Birmingham Repertory Theatre alimentó aún más las sospechas, aunque Gadd intervino en las redes sociales para detener los ataques y las especulaciones injustas contra Foley.
Bebé Reno, con una sola temporada de siete episodios, recibió elogios por su humor negro, actuaciones destacadas y la manera en que aborda temas serios como el acoso y la salud mental. La historia sigue a Richard Gadd, un comediante que se encuentra atrapado en una espiral de acoso por parte de Martha, una mujer vulnerable a la que intentó ayudar en el pasado.
A pesar de las controversias, Bebé Reno se posiciona como una producción poderosa y perturbadora que ofrece una mirada original e inteligente a temas importantes de la sociedad contemporánea.