Cómo crear espacios de sombra en el jardín

El calor del verano y su abrazador sol puede ser una complicación al momento de disfrutar el aire libre, incluso en el jardín de nuestra casa. Pero hay soluciones prácticas y eficaces para conseguir sombra.

El primer elemento que se puede elegir son las sombrillas. Es el accesorio básico para este fin, son baratas, hay diseños de todo tipo y se adaptan a cualquier necesidad. Eso sí, salvo una muy grande y aparatosa, la cantidad de sombra que dan es limitada. Son perfectas para aquellos que no buscan sombra para todo el día, sino sólo para momentos y zonas puntuales como para el desayuno, la comida o la siesta.

Otra opción son los toldos que ofrecen una sombra acorde a su tamaño. El problema es que también suelen ser caros y a menudo se necesita de un profesional lo instale. Además, ocupan bastante espacio, sobre todo visual, y no es tarea fácil encajarlos en la decoración. Los hay fijos, que se pueden plegar y desplegar pero no quitar, y los toldos provisionales que se pueden montar solo en verano o para alguna ocasión concreta.

También pueden usarse pérgolas y enredaderas. Aunque en la pérgola crezca alguna frondosa enredadera o parra, siempre habrá algún otro rayo de sol que se cuele, si bien eso no tiene por qué ser malo. Entre las ventajas cabe destacar que las plantas no sólo protegen del sol, sino que refrescan el ambiente y lo perfuman con su agradable aroma

Por último, plantar árboles es la mejor alternativa para un jardín grande. No hay nada como descansar o comer bajo su sombra. Además, si se elige un frutal se disfruta del aroma y el sabor de sus frutos cuando éstos lleguen.