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Huarpe Deportivo > Análisis

El golpe debe ser un despertador para Argentina

Sin jerarquía individual ni funcionamiento colectivo, el debut albiceleste fue con caída. El sábado, la revancha ante México.

22 de noviembre de 2022
Messi se lamenta y no encuentra explicación a la derrota en el debut. Foto: gentileza.

Toda caída tiene un factor positivo siempre que se logre asimilar. Argentina no pudo ante los árabes y la primera lectura es que pasó de candidata a ser una selección más. El debut mundial con derrota 2-1 frente a Emiratos Árabes le quitó ese rótulo de ser el firme aspirante a ganar la Copa del Mundo. Pero a su vez le puso la presión, la obligación y el peso de la camiseta para lo que viene. Si logra sobreponerse a eso, seguirá siendo potencia. Para eso debe mejorar todo. Porque ahora no hay más margen de error y el golpe recibido, tras un fracasado inicio, debe ser un despertador para Argentina si quiere jugar seis partidos más para llegar al último día. Al 18 de diciembre en Qatar.

La prueba de fuego será México el sábado, para saber si el golpe ante los árabes le da vida o lo noquea. Habrá que ver si esta Argentina estaba preparada para perder. Subestimar al rival, creerse más y esa racha de 36 partidos invictos que llegó a su fin nunca fue el mejor presagio. Y es que, en el partido más importante, el primero del Mundial, Argentina estuvo muy por debajo de su nivel y sin signos de reacción.

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¿Qué le pasó a la Scaloneta? Tuvo errores en el retroceso y en la marca, abusó de los centros y careció de juego interno, físicamente no mostró estar en plenitud, ir perdiendo fue la peor presión de la que no logró salir, no hubo sustituto para el desafectado Lo Celso, estuvo partida en sus líneas, presentó poca participación colectiva, no mostró variantes ni sorpresas, expuso un sistema demasiado contenido, chocó contra su propia impotencia y Scaloni no acertó en los cambios.

Demasiado. Mucho por mejorar para una Argentina que ante Arabia pegó con Messi, de entrada, con el gol de penal. Luego le anularon tres tantos con el VAR. No obstante, cuando mostró fragilidad en el medio dejó jugar a Arabia que 5 minutos marcó dos goles y generó la primera gran sorpresa del Mundial.

A los 3’ del segundo tiempo Messi, sí Messi, la perdió en el medio, Romero mostró que físicamente todavía no está en su plenitud y primer cachetazo de Arabia. Pegado, Al Dawsari se metió cómodamente entre cuatro argentinos, en un error de relevos y definió cruzado. Todo mal. Nula presión ofensiva, poca contención en el medio y sin resistencia en el fondo.

Messi nunca fue Messi. No tuvo un ladero. Di María ofreció su versión más deslucida. Paredes buscó lujo cuando se pedía presencia. Gómez se movió solo por la raya sin juego interno. Todos síntomas de una Argentina que nunca se encontró.

Que se topó con una aguerrida Arabia, que físicamente la superó y se defendió. Con apenas dos virtudes, pero altamente explotadas, dejó contra las cuerdas a la Argentina que debe despertarse el sábado porque dos cachetazos seguidos serían humillantes.

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