FMI: las claves de la negociación y la definición que espera Argentina hoy

La reunión con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington la semana pasada dejó definiciones sobre los ejes para un acuerdo: crecimiento, inflación y balanza de pagos, con baja del déficit público aunque con margen para infraestructura y gasto social "focalizado".

Hubo avances técnicos pero "serán necesarias más discusiones", aclaró el equipo del FMI. Mientras Martín Guzmán va al Congreso a presentar tres meses después el Presupuesto 2022, el plan plurianual que será la base del acuerdo con el Fondo llegaría poco antes de la Navidad.

Para bajar la inflación habrá que bajar la emisión, sostuvo el Fondo, que abonó al enfoque de múltiples causas pero que arrancó con el financiamiento monetario del déficit fiscal en el comunicado tras la reunión de funcionarios de Economía y el Banco Central con Julie Kozack, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de misión. A eso sumó tasas de interés reales positivas y una coordinación de precios y salarios.

Según un análisis de la consultora Equilibra, el FMI exige una reducción del déficit que va más allá del 3,3% propuesto por Guzmán y lo lleva a 2,5%, de la mano de una suba de tarifas del 20% real. También la meta de financiamiento del déficit primario con asistencia del Banco Central sería un poco más ambiciosa que el proyecto que defenderá el ministro en el Congreso, con un 45% contra el fifty-fifty entre emisión y deuda al que aspira Economía. 

A eso se suma una devaluación del tipo de cambio multilateral del 15% que asista a reducir la brecha, mientras que apura una salida del cepo importador para fomentar inversiones.

Si bien no habrá pagos hasta 2026, para asegurarse los dólares que le permitan cobrar, el Fondo abogó también por la acumulación de reservas mediante la promoción de la inversión extranjera directa y las exportaciones.

Los técnicos consideraron que se avanzó en las medidas para desarrollar el mercado de capitales interno, fortalecer la efectividad del gasto público y mejorar las operaciones de política monetaria. Y, en medio de las declaraciones de Cristina Kirchner y los pedidos de la oposición de un apoyo explícito, también desde Washington marcaron la necesidad de tener amplio apoyo, a nivel nacional y de la comunidad internacional.

SOBRECARGOS DEL FMI

Desde este lunes, en tanto, el Fondo revisa las cuotas de los países miembros y también sus "balances precautorios" que se financian en parte con los sobrecargos que cobra por sus préstamos extraordinarios, como el de Argentina.

El directorio comenzará a analizar esos balances y deberá tomar un pedido del Gobierno de Alberto Fernández, que fue ratificado por el comunicado del G20 en Roma a fin de octubre: revisar la política de sobrecargos, que encarecen el crédito entre 200 y 300 puntos básicos más para el país, unos u$s 1000 millones más por año.

"Una fuente de financiamiento de los balances precautorios son los sobrecargos, así que es esperable un número de opiniones sobre el tema pero no habrá votación", indicaron desde el Ministerio de Economía, donde esperan que de la reunión de hoy salga la fecha para tratar el tema de los sobrecargos.

El vocero del Fondo, Gerry Rice, explicó que el FMI recurre a los sobrecargos para incrementar sus ingresos pero también para asegurar que los países paguen. El eje del financiamiento está en las cuotas, que están en revisión y donde China demanda mayor poder de voto: Estados Unidos es el principal accionista individual del FMI, con un 17,43% mientras que la parte de China es el 6,40%.