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Con una sola marca, quieren posicionar la producción olivícola sanjuanina

Los productores de aceitunas y aceite de oliva se organizaron y crearon una propuesta que busca posicionar aún más a la provincia en el país y el mundo.

30 de agosto de 2022

San Juan es sinónimo de buen aceite de oliva en el país y en el mundo. Gracias a que es el primer productor nacional con una garantía de calidad asegurada, exporta entre el 90 y el 95% de lo que sale de las fábricas. Pero el techo de crecimiento está lejos, por lo que los empresarios idearon una estrategia para que el sello sea más fuerte: una marca paragua que quieren que se convierta en identificación geográfica: Olivos sanjuaninos.

El objetivo es reforzar la buena imagen que ya tienen los productos en algunos círculos, como los gastronómicos o empresariales, y que se convierta en un hecho de público conocimiento, explicó Gonzalo Lenzano, presidente de la Cámara Olivícola de San Juan, en diálogo con HUARPE NEGOCIOS. “Queremos que cada sanjuanino sea embajador del producto, que sea el primer juzgador y defensor de la calidad de lo que se produce a nivel local”, agregó.

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La propuesta empezó en 2021 y la están impulsando los mismos empresarios. Es similar a lo que se realizó a través de la COVIAR (Corporación Vitivinícola Argentina) con el Vino Argentino, una marca que llevan todos los productos de este sector que cuenta con participación del Estado. En el caso de los olivícolas, el trabajo es por el momento exclusivo de las empresas privadas.  

La marca paragua, como se conoce a esta identificación que las empresas p tiene por ahora un espacio en redes sociales, donde se han encargado de mostrar las bondades del producto. Con publicaciones sobre la calidad local, información técnica y consejos para el consumo y la conservación del aceite de oliva y las aceitunas en conservas, quieren que más personas conozcan del mundo olivícola.

“Es una marca para todos aquellos que se quieran sumar, productores, industriales, el sector turístico o gastronómico, es una propuesta abierta”, comentó Lenzano. Desde el inicio han buscado una imagen pulcra y profesional con fotos, videos e información que están lanzando desde el perfil.

Gonzalo Lenzano, presidente de la Cámara Olivícola, remarcó que están comprometidos en posicionar a San Juan en el país y el mundo.

El siguiente objetivo es conseguir la identificación geográfica de los productos locales. Una alternativa sería que toda la producción sanjuanina lleve la marca de Olivos sanjuaninos, “para que cualquier persona pueda asegurarse de que está consumiendo productos de calidad de la provincia”, agregó el empresario. Esto haría que la competencia en góndolas propicie el consumo de aceites y aceitunas sanjuaninas.

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Para este paso todavía les queda un camino que recorrer y Lenzano aseguró que todavía están trabajando “muy a pulmón” para poder avanzar por este camino. Pero confían en que el buen nombre de la producción local los hará posicionarse más rápido y ganar más mercados.

Un sector con muchísimo potencial

La tradición olivícola sanjuanina es centenaria, ya que hay registros de que durante la conquista española llegaron plantas y los conocimientos para empezar esta producción. Pero uno de los grandes saltos productivos se dio durante la década de los ’90, con la política de diferimientos impositivos.

Hoy, explicó Lenzano, los productores más grandes son los que llegaron durante ese periodo, con una mirada más tecnificada apuntando a una calidad premium. Durante las últimas tres décadas la capacidad local se amplió y San Juan se convirtió en la primera productora de aceite de oliva del país y la cuarta provincia exportadora de aceitunas en conserva.

De San Juan salen al mundo cerca de 7 u 8 millones de kilos de aceitunas y unos 18 millones de kg de aceite de oliva. Pero esto podría crecer mucho más. “Hoy se exporta entre el 90 y el 95% de la producción y todo está colocado en mercados. Si se hiciera un 40% más también se lo podría vender”, aclaró el empresario.

La calidad permite competir con los históricos mundiales, como España, Italia, Grecia o Portugal. “San Juan tiene muchísimos premios en competencias, siempre que se presenta recibe reconocimiento. Podríamos tener más, pero para el productor es muy caro viajar para estar en estos eventos”, se enorgulleció el presidente de la Cámara Olivícola.

Por ahora lo que detiene esta explosión es la situación económica nacional. “Los costos, el problema del dólar y el contexto nacional hace que no seamos tan competitivos en precio como lo somos en calidad”, se lamentó.

Incluso con el potencial crecimiento desde hace tiempo que las inversiones se han visto ralentizadas. “Tuvimos un año muy bueno en 2021, el precio creció, pero después se mantuvo y nuestros costos siguieron creciendo”, agregó. En este contexto, sumar nuevos emprendimientos que requieren de una inversión alta y después esperar siete años para la cosecha se volvió muy riesgoso.

A pesar de estas dificultades, el sector olivícola sanjuanino es, según Lenzano, uno de los más tecnificados de San Juan. “Hoy buena parte de las empresas que están son capitales de afuera, que apostaron por la provincia, y eso es un buen signo”, sumó.

Hay también mejoras de los emprendimientos que ya están asentados y hasta están reconvirtiendo algunas de las plantas por variedades más resistentes que pueden dar mejores resultados. A mediano y largo plazo, con las condiciones correctas, San Juan promete seguir siendo el orgullo olivícola nacional.

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