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“Baby shower” sobre ruedas: por la cuarentena, un taxi recorrió 4 departamentos buscando regalos para un bebé
Lo organizaron para Gaspar sus tías Tania y Cecilia.
Por Facundo Merenda
“El amor no tiene barreras”: con esta premisa Tania Gutiérrez y Cecilia Félix organizaron un baby shower diferente para su sobrino Gaspar, que está por nacer. Porque en época de cuarentena por la pandemia del coronavirus, que en el mundo ya causó más de 200.000 muertos, ellas dicen "celebrar la vida".
Así se les ocurrió sorprender a Gema y Edgar, mamá y papá del bebé al que se espera mañana martes en el Sanatorio Argentino. Se había preparado una reunión, familiar e improvisada, para el 5 de abril. Pero el aislamiento social, preventivo y obligatorio que decretó el presidente Alberto Fernández canceló los planes.
A la tía Tania se le prendió la lamparita al ver una publicación en Facebook sobre un festejo original en los Estados Unidos. Y lo comentó con la tía Cecilia. Pero la cosa era sobre ruedas. Y como ninguna de las 2 tiene auto, contrataron un taxi para hacer lo mismo en San Juan: recorrer las casas de los familiares y buscar los regalos para el bebé Gaspar.
“Queríamos alegrar la última parte del embarazo de mi cuñada porque había estado un poco triste pensando en todo lo relacionado con el coronavirus”, le cuenta Tania a DIARIO HUARPE.
Todos se prendieron, pero surgió otro inconveniente: los comercios estaban cerrados por la cuarentena. Entonces Tania creó un grupo de WhatsApp llamado "TaxiShower", para comentar las novedades del festejo y compartir páginas de venta de ropa online.
Después Tania habló con su amigo Fabricio, que es taxista y sacó un permiso de circulación. Mapeó las direcciones y arrancó: en total fueron 8 casas en 4 departamentos (Chimbas, Capital, Rawson y Santa Lucía, donde vive la pareja).
Los clásicos regalos tuvieron la compañía de otra sorpresa, idea de la tía Cecilia: mensajes alentadores para los futuros papá y mamá de Gaspar, en formas de afiches, cartas y tarjetas.
El taxi llegó a lo de Gema y Edgar tocando bocina, adornado con globos y gallardetes. La pareja no entendía nada, aunque justo en ese momento cayó una videollamada de las tías Tania y Cecilia para explicarles qué pasaba. Hubo risas, y lágrimas.
“No esperábamos semejante sorpresa. Fue mucha emoción en mi casa porque vimos el ingenio que habían tenido nuestros familiares para demostrarnos el amor que nos tienen”, dicen Gema y Edgar, ambos de 29 años y ya padres de Benicio, de 6.
“Somos personas muy apegadas a los afectos y este gesto representó mucho más que regalos y cartas. Fue una señal de que están ahí para demostrarnos que la distancia de hoy será la unión de mañana con la llegada de Gaspar”.