Tiraron una muñeca de Elsa y volvió a sus dueños
Un juguete de la colección de Frozen provocó temor a una familia. Es que pasó de hablar de inglés a español, nunca agotó sus pilas originales y cada vez que la familia la tiró a la basura, Elsa volvió.
POR REDACCIÓN
En la navidad del 2013, Aurelia recibió de regalo una muñeca de Elsa, el personaje de la película Frozen. Durante años el juguete fue el preferido de la niña. Es que la muñeca hablaba en inglés, con frases predefinidas. Pero dos años después, Elsa empezó a expresarse en español, sin que nadie hubiera tocado nada para lograrlo. De hecho, no tenía esa posibilidad de fábrica.
Además, en seis años, el juguete no agotó sus pilas originales, y muchas veces habla incluso cuando está apagada.
Con estos llamativos hechos, la familia decidió deshacerse del juguete, y entonces fue que cuando confirmaron que era una muñeca embrujada. Es que cada vez que la tiran a la basura, Elsa vuelve.
La madre de Aurelia, Emily Madonia, comentó en Facebook la espeluznante historia: “Mat (el padre) la tiró hace semanas y luego la encontramos junto a un banco de madera. Nos quedamos extrañados, así que la envolvimos fuerte dentro de la bolsa de basura y pusimos esa bolsa dentro de otra bolsa llena de más basura. Y luego la metimos al fondo de nuestro cubo, debajo de otro montón de bolsas de basura”, relató sorprendida.
“La llevamos al contenedor de la calle y fue recogida por el camión. Genial, ¿verdad? Salimos de la ciudad y nos olvidamos del tema. Pero hoy, Aurelia me dijo: ‘Mamá, he vuelto a ver a la muñeca de Elsa en el patio trasero'”, continuó la mujer.
Esto llenó de miedo a la niña y a su familia, que no encuentran una explicación lógica, y están convencidos de que se trata de una muñeca embrujada.Decidieron entonces pedir ayuda para intentar alejarse del juguete maldito. Cuando contaron la historia en las redes sociales, sus seguidores reaccionaron de manera contradictoria.
Hasta que un amigo de la familia que vive lejos fue el valiente que se ofreció a llevársela. Se trata de Chris Hogan. “Ambas veces, la muñeca reapareció a las dos semanas (o debería decir que la encontramos a las dos semanas, por lo que es difícil saber cuánto tiempo estuvo allí), así que tengo curiosidad por saber cómo seguirá la historia a partir de ahora”, explicó la madre.
La muñeca fue enviada por correo, sin una dirección de devolución, a este amigo de la familia en Minnesota. Elsa ahora está con su nuevo dueño, que la pegó con cinta adhesiva al capó de su coche, para vigilar de cerca que no se escape