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Mató a su compañero por celos, confesó y aceptó la perpetua
POR REDACCIÓN
Este jueves, Walter Quiroga (29) arribó a la Sala II de la Cámara Penal para ser enjuiciado por el asesinato de José Cortez (49). Confesó el crimen y aceptó la perpetua mediante el proceso de juicio abreviado.
El calingastino mató a su compañero de trabajo porque no soportó que fuera su nuevo jefe. Él estaba a cargo de la finca María Teresa, en El Barrealito, pero el propietario de la misma decidió invertir las jerarquías.
Según la reconstrucción de los hechos, el 4 de febrero de 2017, Quiroga esperó a Cortez sobre las 6 de la mañana en Callejón Laprida, Calingasta. Sabía que iba a pasar en moto para ir a su trabajo. Cuando lo vio, salió al cruce y disparó a quema ropa. Pero los dos tiros en la cabeza no fueron letales.
Posteriormente cubrió al hombre moribundo con palos y ramas. Tuvo la intención de quemarlo, pero no se animó y se fugó.
A pesar de las heridas, y casi una hora después, José Córtez fue encontrado por otro compañero de trabajo. Estaba todo ensangrentado.
El inocente pensó que Córtez se había accidentado y en el hospital de Calingasta también. Sin embargo, fue en el hospital Rawson en la que los médicos descubrieron que estaba muy grave por los balazos. A pesar de todo el oriundo de Villa Calingasta sobrevivió.
Con serias secuelas neurológicas, empezó con una rehabilitación en Córdoba. Pero cinco meses después sufrió una recaída y su corazón no aguantó. La mujer y su hijo lamentaron su pérdida.
En paralelo, la Policía ya sabía que con el único que había tenido problemas era con Walter Quiroga (29). Además, el obrero confesó que lo quiso matar por los supuestos malos tratos que padecía como subalterno de Cortez.
“Nunca me habían tratado así, yo merecía respeto (a Cortez) no le importaba el obrero, quería quedar bien con el patrón”, expresó Walter Quiroga ante el juez de instrucción.
El hombre había sido procesado por intento de homicidio. Pero una vez que se conoció la noticia del fallecimiento de Corte, el magistrado que investigaba la causa lo cambió por el delito de homicidio agravado por la alevosía (contra alguien indefenso) y por usar un arma de fuego.
JUICIO ABREVIADO
Este jueves, el hombre confesó una vez más el crimen. Por lo que el defensor Fernando Echegaray firmó un juicio abreviado con la fiscal Leticia Ferrón de Rago, por la pena de prisión perpetua. El juez José Atenágoras Vega deberá resolver.