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Lazos de amor, una planta que vuelve a estar de moda
POR REDACCIÓN
La popularmente llamada Lazo de amor (Chlorophytum), es una planta que purifica el hogar. Hace años, lo común era verlos en macetas o en canteros. La tendencia que hay hacia las plantas de hojas de un solo color parecía que iba a terminar con ellos (los más populares siempre han sido los variegados). No obstante, su extremada nobleza hizo que se los rescatara para la construcción de paredes verdes, y hoy se venden millones de ellos para construir la última novedad en paisajismo vertical.
Se trata de una herbácea de hojas acintadas y pequeñas flores blancas, que crece muy bien en casi todos los suelos y tolera la media sombra. Es necesario cuidarla de las heladas.
Su hojas, que nacen de una roseta basal, son alargadas, péndulas, afiladas y de color verde con una banda blanca. Sus flores blancas son pequeñas y de ellas se forman nuevas rosetas que son como plantas en miniatura perfectamente formadas y que, al trasplantarlas adecuadamente, se transforman en plantas adultas.
Para conservar la belleza de sus hojas, la cinta necesita mucha luz y humedad. Si la cinta o lazo de amor no tienen suficiente luz y humedad, sus hojas palidecen, se estrechan y se arrugan visiblemente. Lo ideal es regarlas moderadamente cada diez días en invierno y un par de veces a la semana en primavera o verano, siempre procurando no formar charcos. Sin embargo, aunque la falta de riego afea la planta, puede reanimarse al volverla a regar, ya que sus raíces tuberosas son capaces de almacenar agua y aguantar sequías.
Tener estas plantas en el interior del hogar hará que el aire se purifique, pero además las cintas o lazo de amor son plantas muy decorativas, tanto si se tienen en una maceta en el suelo como si se colocan como plantas colgantes.