Argentina cortó una sequía de 44 años en el Cantoni y se consagró campeón del mundo

Debieron pasar 44 años para que en el Aldo Cantoni sanjuanino Argentina fuera campeón del mundo de hockey sobre patines (el último fue en mayores en 1978). La albiceleste Sub19 venció 4-1 a Italia y se quedó con el título. Ganó todos los partidos que disputó y demostró la madurez necesaria para ser el mejor.

Sacó a relucir lo mejor de su hockey cuando el partido se hizo cuesta arriba. Porque se repuso del empate italiano cuando el nerviosismo de disputar una final no lo dejó pensar. Lo nubló. Lo condicionó. Pero tal cual sucedió en la semi ante Portugal, sacó adelante el partido y se lo cargó en el hombre para llevarse por delante a los tanos, que se vieron sorprendidos y sin reacción.

Argentino sigue siendo potencia en el hockey, sigue siendo el deporte que más títulos mundiales al país. Y el mérito fue de los pibes, que en conjunto fueron demoledores y cuando aparecieron en su faceta personal le dieron los sustentos sólidos para quedarse con la copa.

La seguridad en el arco de Juan Manuel Carrión para ser el mejor jugador argentino. Sólido para darle la seguridad en el fondo siempre al equipo, para a partir de ahí comenzar a construir en ataque. La calidad para repartir juego del mendocino Santiago Chambella.

La calidad enorme en el juego de Giuliano Giuliano para marcar la diferencia con su juego. El gol y potencia de Olmos en cada ataque para levantarse siempre y tener resto para terminar la jugada. Sumando al flaco Francisco Torres con un ida y vuelta y siendo una molestia permanente para la defensa (y clave en la semifinal ante España).

Sumado al sólido aporte de Lucas Bridge para abrir los partidos cerrados. La verticalidad de Lucas Garcés. La solvencia de Ezequiel Funes. El siempre vital aporte de Albano y Donato Martinazzo. Y lo que rindieron cuando debieron atajar Juan Cruz Velázquez y Santino Facca.

En el partido, que fue intenso y con dramatismo y dinamismo, lo empezó ganado Argentina a los 3’ con el grito de Giuliani tras la asistencia por aire de Chambella. A los 7’ Liam Bozzetto lo igualó mediante un libre.

Argentina pasó a ser reiterativa y empezó a errar. Olmos desperdició un penal y después de eso sintió la presión de una final. La que no le permitió desarrollar su juego, por eso sus remates lo demostraron ya que en cada tiro la bocha se fue muy lejos del arco.

Síntomas de un equipo incómodo. Falto de coordinación, su juego se hizo sucio. Giuliani erró un libre faltando 25 segundo para el final del primer tiempo.

Hasta que llegó el complemento. La presión se fue, las conexiones llegaron, las cortinas abrieron el espacio y generaron los huecos necesarios para romper la defensa tana y los goles empezaron a llegar.

Olmos desvió el remate de Chambella de mitad de cancha y pueso el 2.1 para la nacional. Sobre los 12’, Otra vez Olmos, en jugada personal y con brillante definción estiró la diferencia y dos minutos después Lucas Bridge metió una bomba para el 4-1.

Luego lo sostuvo. Se cerró en defensa, lo pensó y entendió. Dejó sin opción a Italia en ataque y se encaminó para el más dulce de los sabores, el de ser el nuevo campeón del mundial Sub19.