“Ayúdenme que no veo”: el mítico personaje urbano de San Juan que era un dolor de cabeza para la Policía

“El Payito”, el “Tatá” y el fallecido “Mama-mama” son algunos de los claros ejemplos de personajes míticos y urbanos de San Juan con los que tenemos alguna anécdota o frase que forma parte del inconsciente colectivo. Lo ocurrido hace pocas semanas con Gonzalo Ferreyra, más conocido como el “falso rengo", hace rememorar a otra figura icónica y de la historia del centro local y que, por sus engaños, tuvo varios problemas con la Policía provincial: el “falso ciego” del “ayúdenme que no veo”.

Con otras frases inolvidables como “estoy ciego” y “mi mujer está preñada”, este personaje, junto con un cartel que manifestaba alguna ayuda económica, le pedía limosnas a cada ciudadano que circulaba por los principales rincones céntricos. La esquina de Libertador y Mendoza, la peatonal sanjuanina y un casino ubicado en General Acha entre Laprida y Rivadavia eran sus puntos preferidos para manifestar sus reconocidísimos dichos.

El pedido de ayuda económica, que a muchos les daba bronca y a otros cierta gracia, fueron un gran dolor de cabeza para la Policía sanjuanina. Los delitos cometidos por el “falso ciego” eran por mentir con su discapacidad y por rogar por limosnas. Según lo indicado por altas fuentes de la fuerza de seguridad, quienes pertenecían a cargos jerárquicos durante la estadía de este hombre en la provincia, le manifestaron a DIARIO HUARPE que estuvo “varias veces detenido con contravenciones”. “Muchos de esos arrestos no eran conocidos, porque no había redes sociales”, contaron.

Hace varios años que “el ciego” no está en San Juan. Para sorpresa de muchos, varios sanjuaninos lo vieron transitando las calles de provincias como Mendoza, San Luis y Córdoba. Al parecer, no había perdido sus características “mañas” que lo hicieron reconocido en nuestra tierra, como pedir limosnas a los transeúntes y fingir con su discapacidad.

Los delitos que lo involucraban

Los justificativos legales de la Policía de San Juan para tener preso a “el falso ciego” eran los artículos 129 y 130  de la ley 941 R, que se encuentran a disposición del Tercer Juzgado de Faltas. Ambos artículos pertenecen al Capítulo II del Título V “Contravenciones contra las buenas costumbres” del Código de Faltas de la provincia de San Juan.

El artículo 129 hace referencia a la mendicidad: “El que siendo apto para el trabajo se dedique habitualmente a la mendicidad será sancionado, conjunta o alternativamente, con pena de trabajos de utilidad pública, prohibición de concurrencia, instrucciones especiales y/o arresto de hasta veinte (20) días”.

Por otra parte, el artículo 130 señala el delito de mendicidad fraudulenta, vejatoria o valiéndose de menores: “El que mendigue en forma amenazante, vejatoria o utilizando medios fraudulentos para suscitar piedad o valiéndose de menores de catorce (14) años o de persona incapaz será sancionado, conjunta o alternativamente, con trabajos de utilidad pública, prohibición de concurrencia, decomiso y/o arresto de hasta treinta (30) días”. En este caso, el “falso ciego” quedaba involucrado por fingir con una discapacidad.

El último antecedente: el “falso rengo”

Gonzalo Ferreyra, más conocido como el “falso rengo”, fue detenido el pasado miércoles 19 de octubre, cuando pedía limosnas en Av. Córdoba y Paula Albarracín de Sarmiento. En ese momento, el joven comenzó a pasar frente a los conductores, solicitando una colaboración monetaria, alegando sufrir una discapacidad.

Personal de la División Comando Urbano, se encontraba de recorrida por la zona y puso divisar el accionar de Ferreyra. Se procedió a la entrevista del hombre, solicitando el carnet que acredite su discapacidad. En dicho momento, el ahora detenido, hizo caso omiso al pedido y continuó su recorrido caminando sin ninguna dificultad.

Ante la insistencia del personal policial, el "falso rengo" se ofuscó y se dio un momento de tensión entre ambas partes, por lo que los efectivos procedieron a la detención del hombre y su posterior traslado a Comisaría 4ª donde quedó alojado.

Ferreyra, de 33 años, fue liberado en menos de 24 horas. Este hecho fue confirmado por su abogada, María Filomena Noriega, a DIARIO HUARPE. La letrada había contado que su cliente fue liberado durante la noche de aquel 19 de octubre.