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Con menos fieles, pero con la fe de siempre se vivió la fiesta de San Cayetano
POR REDACCIÓN
Lejos de las grandes concentraciones de gente y de las largas filas para poder tocar a San Cayetano, este año el festejo por el día del patrono del trabajo se realizó cuidando el cumplimiento de los protocolos para prevenir posibles contagios de coronavirus.
Estaba previsto que en el oratorio del barrio Parque Industrial haya 5 misas en diferentes horarios. En cada misa se admitían hasta 70 personas para garantizar que los presentes respeten la distancia social que debe haber entre las personas.
A las 11,30 comenzó la segunda celebración de la jornada, tras la misa una breve caravana recorrió las calles cercanas al templo y volvió al oratorio que cada año solía congregar a miles de personas.
Mientras tanto el el oratorio se recibieron donaciones de mercadería para el comedor que allí funciona. Muchos fieles también regalaron pan, un elemento asociado a la simbología relacionada con el santo.
Ademas se realizaron confesiones durante buena parte de la jornada. En este caso el protocolo estableció que el confesor debía sentarse en el patio , los fieles se sentaron enfrente y se colocó un pequeño biombo para evitar que ambas personas permanecieran cerca y se produzca contacto entre ellos.
Otro cambio que hubo este año fue que no se realizó la tradicional feria con venta de artesanías. Solo había chicos que estaban vendiendo junto a su familia. Habían armado espigas con una estampita del Cayetano y las vendieron en la puerta del templo.
Ante la pregunta de si iba bien la venta respondieron "se vende poco, pero ya el santito nos va a ayudar".
Testimonios
Liliana Díaz contó que ella siente gran devoción por San Cayetano. "Hace 30 años que vivo cerca del oratorio, eso nos cambio la vida a mi familia acá tuvimos casa, mi esposo tuvo trabajo, mis hijos tuvieron salud y, gracias a la intercesión de San Cayetano ante Jesús, jamas nos faltó alimento en nuestra mesa", aseguró la mujer.
Luego agregó le resultó tener que seguir un protocolo tan estricto en la celebración igualmente aclaró que le parece bien ya que "todos nos tenemos que cuidar".
Luis Martínez y Susana Canto contaron que todos los años viejas desde Concepción hasta el oratorio chimbero. "Venimos a agradecer por la ayuda que el santo siempre le dio a nuestra familia ", aseguró Luis.
El hombre también aseguró que este año agregaron un pedido especial por el fin de la pandemia. "Tenemos que cumplir con los protocolos, yo le ruego a Dios que pronto termine todo esto", aseguró el hombre.