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Difunta Correa: las promesas que tardaron nueve meses en cumplirse
Tras un largo tiempo cerrada, el paraje abrió sus puertas a los fieles.
Por David Silva
Hugo Cuello camina tranquilo entre las placas. Cada una es un testimonio de fe. Como el suyo y como el de tantas almas que visitan el paraje en Caucete para agradecer, pedir y saludar al personaje que es devoción popular de la cuyanía: Deolinda Correa, “La difunta”.
Tras nueve meses de espera y con promesas pendientes, finalmente el paraje y predio de la Difunta Correa abrió sus puertas este lunes. Eso sí: con permisos y protocolo. Hasta allí llego Hugo Cuello con su “milagro”: su hijo. “Le hice la promesa de que si salvaba a mi hijo de la meningitis iba a venir caminando hasta y lo hice”, cuenta con satisfacción. “El primer año llegué hasta la ruta (vive en Capital) y no pude seguir. El segundo año llegué hasta Caucete y tuve que volver a parar. Y después, finalmente, llegué hasta Caputo (paraje) y de ahí me ayudaron, pero cumplir la promesa”, expresa con orgullo a DIARIO HUARPE.
La amplia expectativa que el Ministerio de Turismo y los puesteros tenían puesta en la apertura, sin embargo, no estuvo a la altura de lo que fue un caluroso lunes con pocos visitantes. Pero también, como sus devotos, tienen fe porque ya conocen el oficio y el lugar. “Hoy estuvo tranquilo porque es lunes. Los fines de semana se mueve más y viene más gente”, cuenta Ana López, una puestera del lugar. También para los comerciantes de la zona fueron nueve meses de angustia que luego se vieron aplacados por las altas expectativas en la reapertura, ya que es su única fuente de trabajo. “Fueron meses muy difíciles. Algunos recibieron ayuda y otros no. Tuvimos que soportar estos nueve meses con el negocio cerrado y fue muchas angustia”, relata.
A pesar de la poca gente, la Difunta recibió a sus visitantes y fieles que subieron las largas escalinatas de la capilla para saludarla. Trabajo, salud, la reapertura del predio que la rodea y el fin del coronavirus fueron algunas de las peticiones que le dejaron los fieles. “Vivimos esta primera apertura con mucha expectativa e hicimos hincapié en los protocolos. De momento, sólo están permitidos 100 vehículos por día y estamos atentos a lo que pueda pasar en el futuro”, dijo Juan Manuel González, administrador del lugar.
Con permiso
Para poder ingresar al predio deberá sacarse un permiso a través de la página del Ministerio de Turismo y Cultura. Tal como se anunció, solamente podrán ingresar 100 vehículos por día y el predio abrirá a partir del mediodía hasta la medianoche y el ingreso de vehículo se restringirá a partir de las 22. Algunas mesas del parador están habilitadas para los ya tradicionales asados y, como siempre, se deberá circular con barbijo y respetando la distancia social.
Otro dato a tener en cuenta es que, por ahora, la imagen no se puede tocar y en la entrada un empleado del predio se encarga de desinfectar la imagen, así como las manos de los visitantes.