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Tras sufrir un robo domiciliario, el 70% de los damnificados elige colocar una alarma
Para combatir la inseguridad, hoy en día los sanjuaninos optan por colocar alarmas en sus hogares a modo de prevención. En la mayoría de los casos, esta medida se implementa luego de haber sido víctimas.
Por Sol Manzano
Año tras año, los sanjuaninos se inclinan por tomar medidas para combatir la inseguridad. Una alarma es una opción confiable, aunque muchas veces por los precios deciden no optar por ellas. Lucas Ruiz, vendedor de alarmas de la provincia, habló con DIARIO HUARPE y explicó que los principales motivos de la colocación de estos aparatos son por la inseguridad, como así también previo a irse de vacaciones. Con respecto a las estadísticas, sugirió que el 70% de quienes las colocan ya fue víctima de robo en al menos una ocasión.
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El principal motivo por el que se adquieren alarmas es por el tema de la inseguridad. “Hoy hay más consultas, pero depende de la ‘temporada’. En estos meses, noviembre y diciembre, la gente toma la decisión de poner una alarma porque se toma vacaciones y quiere tener la casa más protegida”, especificó Ruiz. Dichos aparatos constan de una red de monitoreo que realiza un seguimiento en el que se avisa al dueño de la casa, como así también a los contactos de emergencia y a la policía en el caso de que se active.
Con respecto a las cifras, Ruiz advirtió que la mayoría de quienes consultan o contratan el servicio ya fue víctima de robos en al menos una ocasión. En consecuencia, cansados de la inseguridad, los damnificados deciden tomar estas medidas, mientras que un 30% son los prevenidos que contratan antes de sufrir un hecho de inseguridad.
“El 70% de las consultas se realiza una vez que se concretó algún robo. Hay gente a la que le roban tres o cuatro veces y ahí recién llama porque no encuentra una solución. Los sanjuaninos somos a veces muy confianzudos, pero hasta que no le pasa a un vecino o a uno mismo, no se toman las medidas”.
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En la actualidad, colocar una alarma en una casa tipo, teniendo como referencia una vivienda otorgada por el IPV, tiene un valor de entre $800.000 y $1.000.000. Caso contrario pasa con los otros tipos de alarmas, que se paga un abono a nivel mensual, que va desde los $15.000 a los $58.000 aproximadamente, calculando un promedio de $25.000 mensuales.
“Hay diversos tipos de alarmas. En el caso de la empresa para la cual trabajo, ADT, es un trabajo de monitoreo. Si bien instalamos una alarma en comodato, al equipo no hay que comprarlo, lo cual es una ventaja a la hora de hacer la inversión. Junto al dispositivo, se instala la aplicación en el celular para el seguimiento y demás cosas que uno puede ir pidiendo”.
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Si bien no hay un control exacto de aquellos departamentos en los que más se adquieren este tipo de alarmas, Ruiz confirmó que en muchos de los casos se da en viviendas que son entregadas por el IPV, como así también en el Gran San Juan.
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Cómo funciona
Las alarmas que se manejan por monitoreo a través de una empresa tienen la ventaja de que ellas mismas son las que se contactan con los efectivos policiales para que un móvil acuda al domicilio en caso de que se active el artefacto. “La idea de la alarma es la prevención”, describió.
“Cuando se activa la alarma, llega la notificación a la aplicación, nosotros nos contactamos directamente con vos y en caso de no tener respuesta, llamamos a contactos de emergencias y a la vez, llamamos al móvil policial”.
Botón antipánico
Otra opción que se complementa con el sistema de alarmas es el botón antipánico, un elemento que se tiene dentro de la misma aplicación en el celular y se puede utilizar en cualquier momento. “En caso de que ladrones ingresan al hogar y uno está en la casa, lo más rápido que puede hacer es apretar este botón, que básicamente activa la alarma, envía la señal a la central y desde la central nos comunicamos con la policía”, concluyó.