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El comercio cerró el 2021 con pérdidas: la inflación, más que el Covid, fue la causa
Las ventas fueron un 5,7% menores que en 2020, cuando ya habían tenido un balance malo. Qué esperan para el 2022.
POR REDACCIÓN
Los números del comercio sanjuanino empeoraron en 2021 con respecto al 2020, cuando hubo más días de aislamiento. Durante el año que recién terminó hubo un problema que golpeó peor que la pandemia de Covid-19: la inflación.
En un informe que presentó la Cámara de Comercio de San Juan, donde detallaron los altibajos mes a mes, aseguraron que el último año hubo un 5,7% menos de ventas que en 2020. Pero este dato cobra otra gravedad al tener en cuenta que en el primer año de la pandemia la caída fue del 32%. Esto quiere decir que en el último año el comercio vendió un 37,2% menos que en 2019, un año que también fue malo.
Esta caída continuada tiene al comercio en una situación límite en la provincia. En diálogo con DIARIO HUARPE, Hermes Rodríguez, presidente de la cámara, aseguró que con el arrastre de malos números, para el 2022 la esperanza está puesta en “si hoy logramos sostener el comercio es un montón, porque hoy la están padeciendo más los más vulnerables, los más pequeños, los que están en el interior del interior, que están intentando sostener sus comercios”.
Entre los hechos más relevantes que marcaron del 2021 para los comerciantes estuvieron un primer trimestre con una mega rebaja con buenos resultados y la nula venta escolar. Esto último debido a que los sanjuaninos salieron a revender en redes lo que habían comprado para el año anterior y que no pudieron usar por la cuarentena.
En mayo se dio una de las peores caídas, del 22% interanual, a la par de nuevas restricciones y el pico de la segunda ola. Esta vez, aseguraron, la inflación había minado a los compradores pero también le dio un coletazo a los empresarios: los costos del stock aumentaron un 50% y pocos pudieron prepararse para la siguiente temporada.
Como buena noticia en el periodo más duro rescataron una serie de subsidios para los comerciantes, que llegó a monotributistas y autónomos.
En la segunda mitad del año acuerdos locales de capacitación, algunas fechas como el Día del Niño o el Día de la Madre y una ayuda nacional para pagar sueldos hicieron remontar las estadísticas. Así fue que el segundo semestre si bien no hubo un alza, si consiguieron compensar en parte las pérdidas anteriores y el balance cerró casi 6 puntos por debajo del año anterior.
Si bien, teniendo en cuenta los primeros meses, podría haber sido un valor mucho peor, a mitad de año un relevamiento marcó la gravedad de la crisis: había 166 locales vacíos en el microcentro. Este número se traduce en comerciantes que no pudieron seguir produciendo y trabajadores que perdieron su fuente laboral.