El Papa Francisco no dará las misas de Pascua y revelaron quién lo reemplazará

La salud del Papa Francisco plantea un escenario sin precedentes para la Semana Santa. Su recuperación avanza lentamente, lo que obliga al Vaticano a considerar alternativas para las celebraciones litúrgicas, generando decisiones históricas que impactarán a los fieles para estas Pascuas.

El Vaticano ha comenzado a evaluar alternativas para garantizar la continuidad de las celebraciones sin la presencia activa del pontífice. "La Santa Sede ha señalado que no hay decisiones firmes al respecto y que las informaciones sobre la reorganización de los ritos de Semana Santa en los medios son solo hipótesis", informaron fuentes oficiales.

El programa de Semana Santa, que comienza el 13 de abril con el Domingo de Ramos y se extiende hasta el Domingo de Resurrección, podría sufrir modificaciones. Una de las opciones que se barajan es que algunos cardenales celebren los ritos en nombre del Papa.

"Una estrategia similar a la adoptada en 2005, cuando la salud del Papa Juan Pablo II lo alejó de las celebraciones", explicaron desde el Vaticano. En esa ocasión, Karol Wojtyla solo apareció el Domingo de Resurrección en la ventana de su estudio, mientras que sus colaboradores más cercanos asumieron los actos litúrgicos.

Actualmente, ya se han delegado celebraciones en cardenales, como ocurrió en el Miércoles de Ceniza. Para Semana Santa, se baraja la posibilidad de que el secretario de Estado, Pietro Parolin, o el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, lideren las ceremonias.

"Parolin podría ser el encargado de leer el mensaje Urbi et Orbi, el tradicional discurso papal con referencias a los conflictos y crisis globales", detallaron fuentes vaticanas. Sin embargo, este no se pronunciaría desde el balcón de la basílica de San Pedro, ya que ese espacio está reservado exclusivamente para el Papa.

Si la recuperación de Francisco lo permite, se evalúa la posibilidad de que intervenga en algunos momentos clave a través de videomensajes o conexiones en directo desde su residencia. Esto permitiría su presencia simbólica sin comprometer su proceso de recuperación.